Vestidos de Palermo, en homenaje a ese mal que acecha a cualquier mujer en zona tan noble a la que llamamos de la forma infantil en la que aprendemos a reclamar a la madre, queda marcada la primera victoria como locales y un salto cuantitativo en la clasificación, que permite ver el futuro como el equipaje; de color rosa y nos evita el mal de ‘Pancheta’.
Se pedía portería a cero Y Lecomte fue el portero. Un simple pareado para dejar el debate, momentáneamente, cerrado.
La dimensión desconocida ha engullido a muchos laterales diestros, salvo Óscar Gil, que se echa de menos cuando no lo tenemos.
Calero alcanza el Nirvana, rompiendo la maldición de los ex y de la última visita del Pucela años atrás.
Me quedo con el Cabrera defendiendo por anticipación y tomando el mando a partir del 1-0 sabiendo que nos iba la vida.
Al único al que no le tiembla la caja llena de dinamita que es la clasificación, es a Brian Oliván, centrando con la precisión del tedax cortando el cable.
Impacto y trascendencia en las contenciones de Vini Souza, al que le sobra tres de los cinco toques en la elaboración.
Trabaja en silencio Edu Expósito en el interior, que le aleja de ese borde del área que le ha dado vida en su carrera.
Como señal de compromiso, me pongo de fondo de pantalla el abrazo al final entre el mister y Aleix Vidal.
Darder ha emergido definitivamente y urge rodearlo de iguales para evitar que nos chafen el plan.
El idilio de Javi Puado con los postes, hay que romperlo. ¿Será Braithwaite?
Muhammad Alí habita en el cuerpo de Joselu: se mueve como una mariposa y pica como una abeja.
Las piezas se iban desgastando y los primeros fueron Keidi Bare y Lazo; el primero es la solvencia, el segundo se desenvolvió en la esquina como el que toma unas cañas en la barra. Y también Nico Melamed, al que me gustaría ver rebajado de guardia en banda.
La ‘semana del portero’, como si fuese una promoción de unos grandes almacenes, se cerró con el marco imbatido y una discusión pospuesta hasta próximos errores. Fernando Tejero inmortalizó cómicamente la figura del guardameta en aquel film de ‘El penalti más largo del mundo’. Algo parecido a lo que nosotros llevamos hablando del caso. Dejémoslo aparcado y sobretodo, sin burlas, que como decía el actor, nuestros jugadores se merecen “un poquito de por favor”.
