Luis García, como jugador, las ha visto de todos los colores. Ha estado en más situaciones duras que dulces, todo hay que decirlo. Y hasta ahora, como entrenador le ha pasado al revés. Brillante etapa en la Damm CF, donde llevó al equipo a la tercera final de la Copa del Rey de su historia, y segundo con grandes opciones de ascenso con el RSC Internacional. Ahora es el momento de demostrar que, como entrenador, también puede y sabe estar en las batallas más duras.
“Me salvé en la última jornada con el RCD Mallorca, en el último minuto con el Espanyol y temporadas después remontando una gran diferencia de puntos, y en un partido con el KAS Eupen que teníamos que ganar por más de tres goles y en el minuto 70 íbamos cero a cero”, rememoró Luis García en la rueda de prensa de su presentación como entrenador del Espanyol. Sin duda, una carrera profesional marcada por las dificultades para el asturiano, al que nunca se le han caído los anillos por más que se complique la situación y siempre ha dado la cara.
Como sucedió en el KAS Eupen belga, quizás la aventura más desconocida de Luis García para el aficionado del Espanyol. El asturiano estuvo hasta seis temporadas en dicho equipo, en el cual es considerado uno de los mejores jugadores de su historia. Participó activamente en el ascenso a Primera división en 2016, pero lo que nos atañe es el ‘milagro’: la salvación lograda con el Eupen en 2018.
Luis García es nuevo entrenador del RCD Espanyol.
Recordamos cuando salvó al Eupen del descenso jugando practicamente cojo. 🐼 pic.twitter.com/4q2923jSqC
— Migrantes del Balón (@migrantesbalon) April 4, 2023
El equipo belga tenía que ganar al Mouscroun en la última jornada por más de tres goles de diferencia; además, dependía de lo que hiciera un tercero, el Malinas, que tenía que ganar por dos goles a su rival de esa jornada. Las cosas se complicaban con el paso de los minutos, ya que en el minuto 70 el marcador gafas no se había movido. Pero Luis García tiró de ese carácter y garra que le caracterizan para liderar a un equipo que acabó ganando por 4-0, con el primer tanto logrado en el 72′, y dos asistencias y un gol del actual entrenador del Espanyol que, para más inri, jugó no solo ese encuentro sino las últimas seis jornadas con anestésico en el tobillo para aguantar el dolor. Sí, con el pie dormido.
Una muestra más de la competitividad de Luis García, que nunca tira la toalla y cree hasta el final. Cuatro salvaciones agónicas en su carrera profesional como jugador que demuestran que el asturiano no deja de luchar hasta que el árbitro pita el final. Ahora no estará sobre el verde para lucharlo, pero sí desde el banquillo para motivar a sus jugadores y sacar, desde la pizarra, la situación adelante. Si hay alguien a nivel de creencia que puede hacerlo, sin duda es él.