Domingo Catoira, director deportivo del Espanyol, protagonizó un pequeño altercado durante el encuentro entre los pericos y el Athletic Club, que se ha saldado con victoria vasca por 1-2. Al descanso del duelo, el directivo abandonó la grada y bajó a los aledaños del terreno de juego para quejarse ante el colegiado principal, Munuera Montero, de algunas decisiones que este árbitro había tomado hasta el momento
El juez del partido ha reflejado el incidente en el acta con las siguientes palabras: <<Tras el final de la primera mitad, cuando ya nos encontrábamos en el túnel de vestuarios, una persona se dirigió a mí en los siguientes términos: “Las amarillas para nosotros siempre y para ellos nunca”. Esta persona fue identificada por el Delegado de Campo como Domingo Catoira Mosquera, Director Deportivo del RCD Espanyol>>”.
Teniendo en cuenta las palabras del directivo blanquiazul, parece que el motivo principal de su queja hacia Munuera Montero es una jugada que ha sucedido poco después de cumplirse la media hora de juego, en que Dani García ha realizado una dura entrada sobre Edu Expósito en una acción de contraataque y el árbitro ha concedido la ley de la ventaja porque el Espanyol ha conservado la posesión de la pelota. Sin embargo, el colegiado no ha mostrado la tarjeta amarilla al centrocampista del Athletic Club cuando se ha parado el juego. Este futbolista habría sido expulsado en caso de recibir una nueva cartulina porque ya había sido amonestado previamente.
El entrenador del Espanyol, Luis García, también ha mostrado su disconformidad en rueda de prensa porque Dani García no haya visto la tarjeta roja tras derribar a Expósito. El técnico perico ha reconocido que “me voy más enfadado por esta jugada que por el gol anulado a Martin Braithwaite“. Hay que recordar que Munuera Montero también ha perjudicado al RCDE al invalidar una diana que hubiera supuesto el empate a uno. El motivo de esta decisión del colegiado ha sido que, antes de que Braithwaite rematara, Joselu Mato ha tocado el balón con la mano de forma totalmente involuntaria en una acción donde estaba siendo agarrado de la camiseta por un defensa rival y que podría haber sido sancionada con penalti.
