En una sociedad democrática, es difícil determinar dónde acaba la libertad de expresión y dónde empieza la frontera del derecho al honor y el respeto a las diferentes sensibilidades. Muchos se quejan de que ya no puede hacerse broma con nada, y se ha acuñado incluso el término de “ofendiditos” para definir la gente supuestamente de piel fina partidaria de imponer lo políticamente correcto. Es cierto en cualquier caso que todos tenemos en principio sentido del humor hasta que nos tocan la fibra sensible, o nos duele ser protagonistas de determinados dardos, y tenemos nuestras particulares líneas rojas. En medio de este debate, viñetas como la que publica hoy el dibujante KAP en Mundo Deportivo nos hace dudar en dónde está el límite del humor y lo ofensivo, ya que no parece especialmente adecuado ante un derbi con tanta emotividad y con tanto en juego como el que se disputará el domingo entre Espanyol y FC Barcelona. A dos días del partido, es incluso comprensible que la posibilidad de ganar el título en el RCDE Stadium y con ello dejar tocado al Espanyol como gran rival ciudadano ilusione mucho a la afición del Barça, pero esa inquina contra lo blanquiazul tampoco parece lo más conveniente cara a un partido donde debería primar ante todo la deportividad en el campo, y entre las respectivas aficiones.
