El Espanyol se reencontrará este domingo coincidiendo con el partido ante el Rayo Vallecano con un viejo conocido, Raúl de Tomás. Si Andoni Iraola da minutos al hispano-dominicano, será la primera vez que se vean las caras tras su polémica marcha del club una vez acabado el pasado mercado de verano, ya que el partido de la primera vuelta se jugó cuando aún pertenecía a la disciplina blanquiazul. Actualmente, Raúl de Tomás no suele ser titular en el Rayo Vallecano puesto que té una fuerte competencia con hombres como Sergio Camello, y Iraola es partidario de hombres con más sacrificio defensivo. A pesar de todo y si tiene la oportunidad, Raúl de Tomás podría convertirse ahora en juez del destino del Espanyol; pese a que el entorno de RDT defiende que no desea nada malo al club perico, la verdad es que las circunstancias son propicias para que pueda reivindicarse ante su exequipo, y sus recientes declaraciones en las que tras marcar su primer gol en esta nueva etapa en el Rayo Vallecano, que llegaba tras 13 partidos de sequía, enviaba algún que otro dardo, así parecen refrendarlo: “Han sido momentos duros, pero me sirven para aprender. Venía de hacer una buena temporada en el Espanyol y mi vida de repente cambió para mal. De esto he aprendido y he salido más fuerte “¿Si siento rencor con alguien? No. Yo sólo me fijo en mí y creo que cuando las personas hacen cosas malas, la vida siempre se lo acaba devolviendo. Hay gente que se ha comportado mal conmigo, pero no les deseo nada malo. Simplemente que me vaya a mi bien y ellos tendrán lo que merecen”.
La salida de Raúl de Tomás del Espanyol al Rayo Vallecano, convulsa
La salida de Raúl de Tomás del Espanyol para su posterior fichaje por el Rayo Vallecano, que se confirmaba el 13 de septiembre del pasado año, fue ciertamente convulsa. Hubo dudas respecto a su lesión en el aductor derecho y llenó páginas su relación con el entonces técnico perico Diego Martínez, e incluso se publicaron detalles de su actitud remarcando un carácter conflictivo y problemático, donde se apuntaban faltas de disciplina, el llegar tarde a muchos entrenamientos, discusiones con sus compañeros, técnicos y capitanes y que había llegado al extremo de haberse negado a disputar algún partido. La despedida de RDT fue mediante un comunicado muy duro, sobretodo, con el director deportivo Domingo Catoira y el mismo Diego Martínez. “Ellos tendrán sus razones, para haberme arrinconado e infravalorado, aunque no las vaya a cuestionar públicamente”. Además, afirmaba que determinadas personas habían usado su “silencio” para “engrandecer sus intereses personalistas de una manera ruin y cobarde”. En este sentido, definió esta actuación como una “cortina de humo para tapar una gestión directiva desafortunada”, califica. Raúl de Tomás se mostró muy molesto con la actitud de algunos responsables de la dirección del Espanyol: “Tendrán que responder de sus actos sin parapetarse detrás de mí. Lo mismo que deberán ser ellos los que expliquen el porqué del empeño por expulsarme de un equipo que consideraba mi casa”. Al final, estaba claro que él no quería continuar en el Espanyol del mismo modo el club no quería que se quedara, lo que explica en buena medida las condiciones en que se cerraba su traspaso, ocho millones fijos más tres en variables. Como balance de su etapa en blanquiazul, quedaban dos temporadas y media en las que disputó 69 partidos como perico, marcando 45 goles y repartiendo seis asistencias. Raúl de Tomás logró alcanzar su mejor versión como futbolista durante su estancia en Barcelona, y de ahí que hiciese realidad su sueño de ser internacional con la selección española por primera vez y proclamarse ganador del Trofeo Zarra.