El mejor Edu Expósito está de vuelta. Si a principio de semana destacábamos a José Gragera como uno de los futbolistas más destacados en esta fase del curso en el RCD Espanyol y antes lo hacíamos con Álvaro Aguado, injusto sería no hacerlo con otros hombres como él. Durante muchas jornadas parecía que el barcelonés, pese a sus innegables cualidades futbolísticas, se había difuminado, pero la llegada de Luis Miguel Ramis al banquillo perico lo ha recuperado para la causa. El 4-4-2 con libertad para la banda izquierda que ha implementado el del Morell desde su llegada al Espanyol -la alta capacidad de proyección de Brian Oliván permite que el lateral pueda incursionar con libertad por todo el carril, a diferencia de la derecha donde Omar sí tiene un extremo al uso delante; de ahí que se hable de modelo asimétrico- ha concedido un papel destacado a Edu Expósito, que ha sido titular en los tres partidos con Ramis en el banquillo, dos de ellos precisamente desplazado a la banda. Por él han pasado la mayoría de jugadas ofensivas blanquiazules: futbolista móvil y dinámico, puede aparecer por delante del pivote, para ofrecer salida al juego y encontrar los espacios en segunda línea gracias a su visión de juego, y como interior aprovecha sus condiciones asociativas sin entorpecer las incursiones del lateral.
Vuelve el mejor Expósito, vuelve “el mentalista”
Edu Expósito no había podido exhibir hasta el momento su mejor fútbol, pero con la llegada de Ramis al Espanyol ha recuperado aquella versión de futbolista con una visión privilegiada del juego que hizo que en su día Héctor Ruiz le adjudicase el apodo de “el mentalista” por su capacidad de anticiparse y encontrar soluciones fáciles en los partidos, y su clarividencia para ver el fútbol y encontrar el pase adecuado. Desde su llegada al Espanyol su participación había sido cuanto menos irregular, pero ahora mismo parece complicado que nadie pueda apearle de la titularidad ya que forma junto a José Gragera, que ha revivido desde la lesión de Pol Lozano y también se ha confirmado como una pieza clave tras el relevo en el banquillo, y un Álvaro Aguado que ha cogido con solvencia el rol de faro que en principio estaba destinado al ahora ausente Nico Melamed, un centro del campo absolutamente diferencial en LaLiga Hypermotion. Los grandes damnificados del estado de gracia que protagonizan estos tres futbolistas se antojan Pol Lozano y Keidi Bare, que todo indica habrán de esperar su oportunidad para recuperar un papel protagonista al menos en la competición regular.
