Tres reyes inesperados aparecieron estas navidades; Covid, gripe y virus intestinal. Me sumé a la moda y agarré el último, cayendo de la convocatoria de Copa. Hacía 10 años que no faltaba a la cita, fue una remontada en tarde de lluvia, contra el Levante, en primera y con goles de Caicedo y Falete. No diré que ha llovido desde entonces, porque la sequía nos domina, pero en fútbol y clima, cualquier tiempo pasado, era menos malo.
Descabalgados del torneo, pienso cuando volverá Joan al arco, que por arriba demuestra estar preparado. Omar estrenó dorsal profesional, el de Arbilla hace una década en la misma posición; no hubo errores por el centro y a Sergi y Calero les atravesó la única combinación que podía acabar en gol. La novedad fue Ian, chavalín según el DNI, que deja trazos de Pedrosa en las incorporaciones y de Aarón Martín en los slaloms.
El centro del campo en liza disimulaba el posible desinterés de continuar en las siguientes rondas: Pol, Aguado y Expósito, dominaron varias fases del partido y confundían al espectador neutral, la diferencia de categoría.
La delantera debía dictar la continuidad en las eliminatorias, pero el gol como Tribunal Supremo, lo hizo el Milla bueno del encuentro; el otro Milla fue partícipe haciendo aún no se sabe qué, en la jugada y en los 90 minutos. Antes Braithwaite había perdonado una que le aleja un poco más de la Eurocopa y Jofre, quizá el mejor generador de peligro, tuvo el privilegio de que la suya se quedó camino Soria.
Se entendía que Puado y Salvi eran sinónimo de búsqueda de la victoria, pero nadie entendió a los reemplazados elegidos. Keidi y Bryan, para lo que quedaba, habrían establecido un récord como jugadores-tipo para la remontada.
Se mejoró la última aparición en el estadio. La cábala es saber quién de los titulares de Copa jugarán en Ferrol y quien entró por rotación. Ese es el tembleque que nos tendrá ocupados hasta la visita enA Malata. El plan de fuga de la categoría debe involucrar a los mejores, se llamen como se llamen. Y llevarlo a cabo con valentía. Cómo hizo Frank Morris escapando de Alcatraz y cerrando ese presidio, para siempre.
