Como explicábamos ayer, son ya tres meses los que el Espanyol es incapaz de vencer un partido a domicilio, fuera de casa, por lo que mucho habrá de cambiar en A Malata frente a un equipo poderoso en su faceta de local como el Racing de Ferrol para conseguir esa victoria tan necesaria para las aspiraciones de los blanquiazules. Para encontrar el último triunfo fuera de casa hay que remontarse a cuando lo hiciera en un partido tampoco especialmente brillante en el campo del Cartagena, colista entonces de LaLiga Hypermotion.
Desde aquel ya muy lejano cinco de octubre, los blanquiazules cayeron de una manera lamentable en el campo del Villarreal B, no fueron capaces de presentar batalla en el triunfo del Sporting de Gijón en El Molinón, arrancaron con mucha suerte un punto de El Alcoraz frente al Huesca, hicieron el ridículo en El Tartiere ante un Oviedo que hubo de afrontar el partido plagado de bajas; y empataron también en el Estadi Nacional frente a un Andorra, en el que los de Eder Sarabia acabaron perdonando a los de Luis Miguel Ramis, que ofrecieron una imagen carente totalmente de ambición. En definitiva, un lamentable balance de tres derrotas y dos empates en 5 partidos, con dos puntos de 15 posibles, 9 goles encajados y sólo tres anotados y dejando unas sensaciones decepcionantes tratándose supuestamente la del Espanyol la mejor plantilla de toda LaLiga Hypermotion. Unas cifras que han de mejorar de manera obligatoria si el equipo blanquiazul pretende realmente lograr plaza de ascenso directo a Primera División.
Desde el triunfo en Cartagena, en un partido discreto pese al resultado de los blanquiazules, el Espanyol solo ha rascado dos puntos a domicilio
Haciendo un repaso de estos largos, eternos tres meses que han pasado desde ese último triunfo fuera de casa del Espanyol ante el Cartagena, en que los blanquiazules, aún entrenados por Luis García, no encauzaron el encuentro hasta el gol de Pere Milla si bien el gol de la tranquilidad no llegó hasta el tiempo de descuento de las botas de Martin Braithwaite (0-2 final), el siguiente desplazamiento del fue a El Madrigal, donde se enfrontó al del Villarreal B. En un día en que Luis García hizo un planteamiento totalmente erróneo, sorprendente, el conjunto perico, muy espeso y muy poco intenso tras los esfuerzos de una semana con tres partidos, ofreció una imagen lamentable. El gran ritmo del filial groguet dejó en evidencia la fragilidad defensiva blanquiazul sobre todo en una primera mitad para olvidar; el 3-1 final dejaba a los de Luis García sin el liderato que habían conseguido con su triunfo en Cartagonova.

Muy malas fueron también las sensaciones del Espanyol en El Molinón ante un Sporting de Gijón muy superior. Los goles de Otero, en la primera parte, tras un error entre Calero y Óscar Gil al sacar una falta, y de Campuzano en la segunda, dejaron en una simple anécdota el buen inicio de los blanquiazules, que acabaron derrotados por justo 2-0.

El relevo en el banquillo del Espanyol no sirve para cambiar la pésima racha fuera de casa
En El Alcoraz, en el estreno de Luis Miguel Ramis en el banquillo del Espanyol, un Huesca con una plantilla en teoría muy inferior a la de los blanquiazules dejó una vez más en evidencia las carencias del equipo. Con un gran fútbol, los altoaragoneses dominaron gozaron de multitud de ocasiones ante un Espanyol que no tuvo la reacción esperada con el relevo en el banquillo. Como reconocía un muy sincero Luis Miguel Ramis al acabar el encuentro, el punto logrado con el 1-1 fue incluso demasiado premio para los blanquiazules ante la triste exhibición de juego desplegada.

En el segundo partido como visitante con Luis Miguel Ramis a los mandos del Espanyol, en el Tartiere ante el Oviedo, se produjo el mismo resultado que en El Molinón ante el Sporting con la diferencia que ante los azules los pericos en ningún momento dieron sensación de peligro ni plantaron cara al rival. Las sensaciones fueron aún peores que en el estreno en Huesca, en el que es recordado por ser otro de los peores partidos de la temporada del Espanyol a domicilio.

Tampoco fue para nada positivo el partido del Espanyol en el Estadi Nacional frente al Andorra; el conjunto blanquiazul, que añadió un partido más a la larga lista de pésimas actuaciones fuera de casa de la temporada pese a llevarse un punto, estuvo muchos minutos a merced del conjunto de Eder Sarabia; los blanquiazules únicamente pudieron llevarse un punto gracias a un gol en propia puerta de Diego Pampín en un encuentro en lo que lo único rescatable fue ese empate que al final les supo a poco a los locales, que merecieron mucho más ante la pobre ambición que ofreció una vez más el equipo de Luis Miguel Ramis.
El Espanyol, un verdadero drama a domicilio por resultados y sensaciones
En suma, el Espanyol fuera de casa está siendo un verdadero drama desde hace tres meses, independientemente de si en el banquillo se ha sentado Luis García o Luis Miguel Ramis, lo que apunta a una plantilla que lejos de su campo se difumina hasta unos límites difícilmente aceptables para un conjunto que aspira al ascenso.

