La presencia de Víctor Ruiz en el once inicial del Espanyol ante el Levante UD fue una de las sorpresas que tenia preparadas Luis Miguel Ramis para este encuentro. El central volvía a vestirse de corto después de tres meses de ausencia de los terrenos de juego, ya que no jugaba desde que se lesionó en el partido contra la SD Eibar del pasado 9 de noviembre del pasado año. Tras siete partidos ausente por lesión y otros tres esperando su oportunidad desde el banquillo, el de Esplugues de Llobregat firmó una buena actuación, lo que hace pensar que esta nueva sociedad que conforma con Sergi Gómez puede tener continuidad cara al futuro.

Víctor Ruiz reconoce que siempre tuvo en mente volver al Espanyol
Este miércoles el central del Espanyol Víctor Ruiz ha sido protagonista del Twitch de Javier de Haro, en un espacio en el que aparte de hablar de la actualidad ha recordado su primera etapa en el club blanquiazul, que finalizó con una salida en dirección a Nápoles que recuerda como “una necesidad. Era un alivio económico para la entidad, muchos compañeros estaban deseando que se cerrara porque había problemas de cobro. Era una situación no diría que delicada, pero empezaba a complicarse, y la venta de dos canteranos era lo deseado por el club. En mi presentación dije que había disfrutado poco del primer equipo, pero en ese momento era lo mejor para mí. Tenía 20 años y es complicado saber si es el momento o no, no me arrepiento de haberme ido porque me ha ido muy bien y ahora he tenido la oportunidad de volver para quitarme esa espinita. Ha salido todo redondo”. “Siempre he tenido la idea de volver, pero elegir el momento es complicado, por mi lo hubiese elegido hace tres o cuatro años pero lo importante es que se ha dado. Siempre me había rondado la cabeza volver y disfrutar del Espanyol”, ha insistido Víctor Ruiz, que ha explicado cómo se fraguó su retorno el pasado verano: “El momento clave es la salida de César Montes, a partir de ahí se activa la posibilidad de volver al Espanyol. Estaba entrenando por mi cuenta, aparecían algunas posibilidades pero no me convencían, al día siguiente de salir César Montes se comenzó a gestar, hablé con Fran Garagarza. No lo hice con Luis García; ¿si me molestó? No, y si lo pensé no le di importancia. La primera vez que nos vimos y después la relación fue muy buena. Él dio el visto bueno al fichaje, hasta lo que sí, aunque no hubo mensajes ni llamadas. Tal vez por el hecho de haber sido compañeros no quería dar a pensar que habría un trato diferente, pero hasta el día que se despidió me trató bien y hemos tenido una buena relación”. Cuestionado por qué tardó tanto en jugar, ha explicado que “el ritmo con que llego no era el mismo que el de los compañeros. Además el equipo estaba ganando. A mi también se me hizo larga la espera, porque quieres que sea inmediatamente, pero hay un colectivo y hay que respetarlo”. Y sobre su lesión ante el Eibar, recuerda que “noté un dolor algo más agudo que una simple lesión muscular; fue una putada, cuando empiezas a asomar la cabeza y tener continuidad caes lesionado, lo último que quiere cualquier jugador, y has de volver a empezar. Ha sido largo, era una lesión muscular con matices, y ha hecho que todo se alargase más”. Víctor Ruiz no se planteó la retirada por este problema físico: “En mi cabeza ha estado recuperarme tarde o temprano, te trastoca los planes que tienes pero no pensé en eso. Lo peor es no saber el tiempo”. Cuestionado por el hecho que al día siguiente de su lesión el club optase por despedir a Luis García, reconoce que en el vestuario causó cierta sorpresa: “Me pilló por sorpresa. Ya he vivido situaciones así, y te vas acostumbrando, estas cosas pasan, cuando no hay buenos resultados o el juego no es el esperado el entrenador es el más débil. ¿Si los jugadores somos los que hacemos que un técnico triunfe o no? No, he tenido entrenadores que no me han gustado y no he dejado de competir, meter el pie y salir a ganar. El sentir de los compañeros que han tenido también ha sido ese”.
El de Elda, un día duro, admite Víctor Ruiz
Cuestionado por la derrota del Espanyol en Elda, Víctor Ruiz reconoce que fue un día duro “por el cúmulo de sensaciones por el hecho de remontar, que le dieran la vuelta, cómo se dio el partido. Fue una situación desagradable para todos, en el viaje de vuelta en el autobús intentamos calmarnos un poco y ver las cosas desde otra perspectiva pero sabiendo que no podía volver a pasar. ¿Si vimos que era el fin de Ramis? Tampoco, aunque por redes se especulaba con esa posibilidad, pero personalmente creía que no. No me daba la sensación que era ganar o que no continuara”. Por lo que respecta al partido ante el Levante UD, en que fue titular, reconocía que “la ilusión es jugar los 17 partidos que quedan completos pero soy consciente que he estado mucho tiempo fuera, tenía una tarjeta, muscularmente estaba bien pero a medida que pasaron los minutos iba a aparecer el cansancio y estábamos en contacto con el entrenador para decidir el cambio. Era una buena manera de empezar, de tener buenas sensaciones y era lo fundamental. No sé que pasará en Santander, pero es bueno coger esos minutos. No juego un partido entero el año pasado, en abril, con el Betis ante el Villarreal; hace mucho tiempo y se nota”. Cuestionado por si le gustaría volver a jugar en Primera división con el Espanyol, admite que sí: “Firmé por un año pensando personalmente en poder volver a Primera; ¿si me dolería que me dijeran subiendo que no cuentan conmigo? No pienso en retirarme, me apetece seguir jugando, tengo ilusión, si la cabeza te dice sí vas a seguir jugando”.
Víctor Ruiz considera que las protestas no ayudan
Víctor Ruiz ha repasado sus sensaciones en los últimos minutos del partido del Espanyol ante el Levante UD, que vivió desde el banquillo: “Te alteras más que dentro del campo, se dieron algunas situaciones en contra que podían haber sido penalti y gol de Dani Gómez. Pasamos en tres minutos de poder a ganar, para que nos demos cuenta que en poco tiempo se puede ganar un partido. ¿Si nos hemos liberado tras este triunfo? El sentir del vestuario era ese, que no se están dando los resultados que ni nosotros ni la afición quiere, nos está costando, tal cómo se dio el partido si Braithwaite marca en el 74’ la celebración no hubiese sido tan explosiva. Es posible que en ese momento la gente necesitase saltar, pegar un grito, esperemos que sea el famoso punto de inflexión para conseguir varios resultados positivos consecutivos, ser regulares, encontrar una estabilidad y que el ambiente sea mejor”. Sobre las protestas de la grada, reconoce que “es desagradable; se dieron todo tipo, entrenador, jugadores, presidente, junta directiva… se entiende que los resultados no son los que esperaba nadie, nos está costando un poco más, y aún así estamos a un punto del ascenso directo. Pese a esta irregularidad el equipo depende de si mismo para conseguir el objetivo. Es difícil abstraerse de las protestas, no es agradable y no ayudan en absoluto el run run y los pitidos. Es feo cuando te pitan y eres la diana de las críticas, que señalen a dos o tres jugadores es desagradable pero hay que convivir con eso y llevarlo de la mejor manera posible”. Víctor Ruiz ha reflexionado sobre el papel en el actual Espanyol de Martin Braithwaite, un hombre que se ha convertido en ídolo y referente de la afición a pesar de su acto de rebeldía en el pasado verano: “Quiero pensar que tendría sus razones, o no, no quiero pensar en ello. En su momento creía que su sitio estaba en otro equipo y ahora es de los jugadores más importantes”. Al central perico se le ha preguntado también por la relación con Fran Garagarza, y su costumbre de entrar en el vestuario del primer equipo: “Me llevo bien, una relación laboral; está todos los días en la Dani Jarque, se interesa lo que hay que mejorar, servicios médicos, peticiones nuestras, se interesa. ¿Lo de entrar al vestuario? A veces sí y a veces no, no sé en qué se basa para entrar, he tenido directores deportivos que no han entrado en todo el año y siempre han estado muy pendientes”.