Ya se conoce la sanción al jugador del Espanyol Salvi Sánchez por su expulsión en el partido de la pasada jornada ante el Alcorcón. El Comité de Disciplina de la RFEF le ha castigado con 2 partidos de suspensión por protestas al árbitro, con multa accesoria de 400 € al club y de 600 € al propio jugador, en función de lo que reza el artículo 127 del reglamento. De esta manera, no estará disponible para Manolo González ni para la cita de La Romareda ante el Zaragoza, ni para el siguiente encuentro en casa frente al Tenerife.
Recordemos que el colegiado vizcaíno Jon Ánder González Esteban expulsó a Salvi por los motivos así expuestos por el hasta ayer técnico perico, Luis Miguel Ramis: “Lamentablemente es un error del árbitro porque el asistente le dice ‘amonéstalo’ porque se había metido un paso dentro del campo. Me ha dicho que lo había expulsado porque había expulsado a dos de ellos. Nada más, ha sido su contestación. El cuarto árbitro le ha dicho ‘amonéstalo’. Salvi no ha dicho nada. Ha pedido una falta. Nos ha dicho que habían pasado muchas cosas en los dos banquillos y tenía que ser así. El árbitro ha interpretado que había que expulsarlo”.
En el acta, así se reflejaba la expulsión de Salvi: “En el minuto 88 el jugador (19) Salvador Sanchez Ponce fue expulsado por el siguiente motivo: por entrar al terreno de juego sin autorización para protestar una de mis decisiones realizando gestos de desaprobación cuando había sido previamente sustituido”. Las expulsiones a las que hacía referencia González Esteban para justificar la amonestación al extremo blanquiazul fueron, “En el minuto 54 el jugador (29) Eric Callis Torrent fue expulsado por el siguiente motivo: Por protestar una de mis decisiones gritando y con los brazos en alto desde el área técnica”, y “En el minuto 78 el participante Agustin Diaz Tamames fue expulsado por el siguiente motivo: Por protestar una de mis decisiones realizando gestos de desaprobación en repetidas ocasiones desde el área técnica. Una vez fue expulsado el encargado de material del AD Alcorcón, Agustín Díaz Tamames, y antes de abandonar el terreno de juego se dirigió a mi llevándose el dedo a la sien mientras decía en repetidas ocasiones: “Estás loco”.