El Espanyol, obligado a jugar 5 partidos a vida o muerte, comenzando por el de domingo ante el Sporting de Gijón, para intentar lograr el ascenso directo y evitar haber de jugar el siempre incierto playoff, afrontaría un tramo final de temporada en LaLiga Hypermotion muy diferente si hubiese sabido cerrar sus partidos, en concreto los que dominaba en el marcador en la segunda parte y en que acabó siendo remontado para acabar empatando o perdiendo. Y es que la sangría de puntos padecida en este tipo de encuentros en que no ha sabido o no ha podido conservar las ventajas ha sido un problema que se ha padecido a lo largo de todo el curso. Fue una tónica que ya empezó en el primer encuentro de la temporada, con Luis García en el banquillo; fue en el Carlos Belmonte ante el Albacete Balompié; el conjunto perico mandaba gracias a un gol de Fernando Calero en el 40’, para ver como Alberto Quiles empataba en el 93’, en el añadido. Un mal presagio, sin duda, y dos puntos perdidos.
En el último partido del asturiano en el banquillo ante el Eibar en casa, el Espanyol ganaba 2-1 hasta que en el añadido Javi Puado, que había hecho un doblete en la portería correcta para remontar el inicial de Jon Bautista, marcaba un gol en propia puerta (2-2 final). Otros dos puntos que volaban, cuatro en total con Luis García.
Ante el Huesca, en el estreno de Luis Miguel Ramis en el banquillo, el equipo mandaba en el marcador al haber transformado Javi Puado una pena máxima (minuto 54 de juego); pero Ignasi Vilarrassa anotó la igualada definitiva en el 78’. Dos puntos más que se escapaban.
Frente al Zaragoza, en el Stage Front Stadium, el Espanyol ganaba mediante un gol de Edu Expósito anotado en el 54’, hasta que en el 73’ empataba Manu Vallejo. Dos puntos menos que parecían en el saco.
También en Andorra se había adelantado el Espanyol con un gol en propia puerta del tricolor Pampín, empatando Iván Gil en el 83’. Otros dos puntos menos.
En el famoso partido del Pepico Amat frente al Eldense, el equipo se puso 1-2 gracias a un gol de Braithwaite de penalti a poco del descanso, pero en la segunda mitad Iván Chapela y Sergio Ortuño dieron la vuelta al marcador (3-2 final). Tres puntos que acabaron volando en una segunda parte para olvidar.
En Alcorcón, en el partido que supuso la sentencia de Ramis, se puso por delante el Espanyol con una diana de Braithwaite en el 65’, pero acabó empatando Chema Rodríguez en el 76’. Dos puntos menos, once en total con el técnico tarraconense, 15 en la suma total.
Ya con Manolo González en el banquillo, ante el Tenerife, Gragera adelantó al equipo en el 84, pero Sergio González empató 6 minutos más tarde, en el 90’, para los chicharreros (1-1 final); dos puntos menos.
Finalmente en Elche también se repitió el guión tantas veces visto: el gol de Braithwaite en el 71 ponía el 1-2 provisional en el luminoso del Martínez Valero, pero Joan Chetauya igualaba el encuentro sólo diez minutos más tarde. Otros dos puntos menos que podría tener en su casillero el Espanyol. 19 pues en total.
Los goles a favor y en contra del Espanyol en la Zona Cesarini
Muchos de estos goles que han restado puntos muy valiosos al Espanyol a lo largo de la temporada llegaron en la llamada Zona Cesarini, en los últimos 10 minutos de juego: así se le han escapado las victorias ante Albacete (1-1), Eibar (2-2), Andorra (1-1), Tenerife (1-1) y Elche (2-2). También hay que destacar que de la misma manera se han logrado rescatar hasta nueve puntos gracias a tantos llegados más allá del minuto 80: Amorebieta (3-2 gracias al gol de Calero en el 81′); Burgos (3-3, con un gol de Puado en el 81′); Eldense (3-3, con otro tanto de Puado en el 104′); Levante (2-1 tras el gol de penalti de Braithwaite en el 99′); y Eibar (2-3 con los goles de Salvi en el 97′ y Lazo en el 99′).