En Gijón, que el Sporting de Miguel Ángel Ramírez se enfrente al Espanyol en esta primera eliminatoria del playoff se percibe como un logro significativo, lo que explica el ambiente festivo y de celebración que se ha vivido en la ciudad asturiana durante toda la semana. A pesar de una primera mitad de la temporada en la que parecía que los sportinguistas asegurarían el ascenso directo o, en su defecto, una plaza en el playoff, una serie de malos resultados amenazó seriamente sus posibilidades. Sin embargo, los rojiblancos lograron recuperarse y, en la última jornada, se auparon nuevamente a la zona privilegiada, al codiciado top 6, recompensados por una serie de buenos resultados durante la fase regular. Ahora, con el impulso de esta clasificación de último minuto, se preparan para enfrentar al Espanyol, un rival al que aparentemente los aficionados sportinguistas, embebidos de euforia, no temen, según las noticias que nos han ido llegando los últimos días desde el Principado.

En sus declaraciones antes de este Sporting de Gijón – Espanyol, Miguel Ángel Ramírez, reconocía que “el partido de ida es muy importante teniendo el factor campo y Mareona, pero hay que ser conscientes de que es un partido de 180 minutos y hay que saber competirlo con paciencia. En nuestra casa puede ser diferencial ese ambiente y apoyo de nuestra gente. El ambiente que me encuentro por la calle es muy bonito, de mucha emoción e ilusión, pero también de agradecimiento por llegar hasta aquí y tener la oportunidad de volver a jugar un playoff en El Molinón”. El preparador sportinguista ha explicado que estos días ha optado por “no sobrecargar de información a los jugadores a estas alturas; tras tantas horas de trabajo es importante y tener fresca la información del rival por habernos enfrentado hace poco es importante en ese sentido. Habiendo analizado recientemente el último partido contra ellos pudimos ver cómo podemos competir mejor, siempre abiertos a otro sistema u otros comportamientos o que nos podamos encontrar alguna cosa diferente por su parte de la que estar alerta durante el partido”. El Sporting no ha perdido ante el Espanyol en la fase regular (victoria en El Molinón y empate en el Stage Front Stadium): “Son contextos diferentes y el playoff nada tiene que ver con la liga por muchos factores, pero para mí y mis jugadores los resultados contra ellos son un ejemplo de que hemos podido competir con estos equipos y hemos podido ganar. En clave de confianza ahí están las pruebas para nosotros. Si estamos concentrados y somos fieles al plan de partido, seguramente podamos volver a competir bien”. “Le doy mucha importancia al hecho de estar hasta el final con posibilidades, no sólo a nivel de resultado, sino también como equipo para poder dar una respuesta. Todo lo que te permita estar tensionados hasta el final siempre es positivo para mí y los jugadores, sabiendo que puede haber algún momento en que haya que arriesgar más o que incluso estemos por detrás. Todo lo que sea que pueda estar igualado será una buena señal porque seguiremos con opciones y compitiendo”, insiste Ramírez, que reconoce que “hemos hecho algún cambio en concreto en la preparación de la semana por la altura de temporada en la que estamos. También por lo que supone el partido, con la iniciativa de mañana por ejemplo entrenando a puerta abierta en El Molinón, e igualmente por el gran volumen de partidos en poco tiempo que tenemos, que altera el reparto de cargas físicas y cognitivas. Después de este partido tendremos pocos días para preparar el siguiente y, si pasamos a la final, menos aún”. Sobre estas iniciativas populares y si pueden distraer al equipo, reflexiona: “Siempre suelo pensar más en positivo y preocuparme menos. Si hacemos lo de mañana primero es por la gente, devolviéndoles parte de su cariño con un gesto como el de mañana. Renunciamos a nuestra rutina de prepartido por ellos. Uno se dedica profesionalmente al fútbol para vivir días como el del domingo. No digo que sea fácil de manejarlo, hay que tenerlos bien puestos para estar ahí, yo por ello les admiro. Tomar decisiones en esa presión ambiental y con muchas emociones, hay que saber manejarse y no es fácil. Pero desde pequeño sueñas con partidos como el de este domingo”. Por lo que respecta al rival, al conjunto de Manolo González, explica: “Sí creo que el Espanyol tiene más presión en esta eliminatoria. Tienen una plantilla confeccionada para ascender directo, es su exigencia. Tienen mucha presión y responsabilidad por tener que estar en Primera. Han tenido 3 entrenadores y la obligación de estar arriba todo el año y si no lo han conseguido es porque algo ha ido mal”. A nivel personal, considera que el que se avecina “seguramente sea de los desafíos más importantes de mi carrera. Disputar una Sudamericana y ganar un título continental es algo difícil de igualar o llegar a unos octavos de Libertadores lo mismo, pero junto a ello pondría este capítulo también”. Ramírez, que no tiene clara la importancia del factor campo -“He visto tantas eliminatorias que han sido favorables para el equipo que ha jugado la ida en su estadio que no termino de ver una ventaja tener la vuelta en tu campo. Antes pensaba así, pero viendo otros casos, ahora no sabría decirte. A mí me gusta jugar la ida en casa”, hablaba del estado de la enfermería: “Izquierdoz ayer se retiraba por una molestia en el gemelo, pero en teoría no habría problema, lo probaremos hoy y la idea es que mañana también se entrene. Nacho Méndez ha evolucionado mucho y muy bien y puede que llegue al partido. Con Queipo y Djuka un poco lo mismo que con Cali, ver cómo evolucionan hoy y si entrenan el sábado podrán estar para el partido”.