El Espanyol cayó 1-0 en el Carlos Tartiere ante el Oviedo en la ida de la final del playoff de ascenso a Primera división, una derrota que llegó tras encadenar 18 partidos sin perder y que obliga a vencer el próximo domingo 23 de junio en el Stage Front Stadium para subir a Primera. La buena noticia para los blanquiazules es que les vale cualquier triunfo una vez jugado el tiempo reglamentario y la prórroga si es necesario después de un choque en jugado en el Principado que pudo acabar bastante peor para los intereses pericos. Fue un partido de tremendo sufrimiento para los de Manolo González, un conjunto muy potente en su feudo, como demuestra el hecho de que sólo ha perdido uno de los 20 últimos encuentros disputados en su estadio.

Muchas cosas en juego entre Espanyol y Oviedo, dos clubes acostumbrados a verse las caras
Así, el Espanyol, que compite por sexta vez en en la Segunda división y en las cinco anteriores logró ascender a la primera, está obligado a vencer a un rival potente como el Oviedo para el cual el de domingo también es uno de los partidos más importantes en mucho tiempo, ya que son ya 23 años sin estar presentes en Primera. Pese a que para los aficionados más jóvenes el Oviedo es un desconocido, los duelos entre ambos equipos son ya partidos clásicos a nivel nacional, ya sea en Primera, Segunda o en Copa; pese a los casi 5 lustros que lleva el conjunto carbayón sin jugar en Primera división, los 94 enfrentamientos entre ambos equipos demuestran que también se trata de un club histórico, aunque dicha ausencia ha hecho que los enfrentamientos entre ambos equipos no hayan sido demasiado habituales en los últimos tiempos. Ambos conjuntos se han enfrentado como decimos en 94 ocasiones hasta la fecha, entre competición regular y del KO, con un saldo ligeramente superior a los espanyolistas, que se impusieron en 46 ocasiones, por 32 del Oviedo. En feudo perico, hallamos 34 victorias del Espanyol, con solo 4 triunfos azules y 8 empates.

La última victoria del Oviedo en el campo del Espanyol data de la década de los 90, en concreto del 8 de septiembre de 1991, cuando Carlos Muñoz con un solitario gol le daba al conjunto entrenado por Jabo Irureta la victoria en Sarrià. Tras ese partido, se sucedieron llegaron ocho derrotas en nueve partidos seguidos en Primera (entre 1992 y 2001) y dos últimos precedentes más cercanos en el tiempo, el de marzo de 2021 cuando el Oviedo del “Cuco” Ziganda sumó un empate ante un Espanyol líder con un gol de Nahuel Leiva en el segundo tiempo; y después está el de hace tan sólo unas semanas, cuando el Espanyol ganó a los carbayones por 2-1 (partido correspondiente a la jornada 40 de LaLiga Hypermotion 2023-24).

Hay que reseñar que de los 10 últimos partidos del Oviedo en campo del Espanyol, 8 fueron victorias pericas, y cinco hubiesen sido suficientes para no llegar a la prórroga (2-0 la 2000-01; 2-0 la 1996-97; 5-0 la 1995-96; 4-2 la 1994-95 y 2-0 la 1992-93). Sin embargo, de las últimas 5 visitas ovetenses, tan sólo un triunfo hubiese evitado el tiempo añadido, el 2-0 del 29 de octubre del año 2000; el resto hubiesen obligado a jugar la prórroga, menos el citado 1-1 del 5 de marzo de 2021 que hubiese dado el ascenso al conjunto ovetense.
Si nos ceñimos al precedente más reciente entre ambos equipos, el de esta misma temporada en la fase regular de LaLiga Hypermotion, cabe destacar que el Espanyol supo imponerse a un Oviedo que llegaba a la cita en un buen momento, tras dos victorias seguidas, y un triunfo les hubiese permitido entrar en playoff. En cambio, el Espanyol acumulaba 5 empates consecutivos, y un mal resultado hubiese acrecentado las dudas existentes en el entorno ante la ausencia de triunfos. En un partido intenso, el conjunto de Manolo González le supo remontar al Oviedo un gol en contra para suma tres puntos que le permitían tener prácticamente asegurado un billete para el playoff: el 0-1 llegaba en el 23’ cuando Santi Cazorla servía un córner desde la izquierda que Oier Luengo remataba con la cabeza al fondo de la red de Joan García; pocos minutos después, Martin Braithwaite empataba al transformar una pena máxima cometida por Santi Colombatto sobre Keidi Bare; cuando se cumplía la hora de partido, Leandro Cabrera enviaba al fondo de la red un córner botado por Pere Milla.
