Grupo A
Alemania: Jamal Musiala
Es difícil escoger solo un jugador clave de la selección anfitriona, la cual está repleta de talento, sin embargo, Musiala tiene algo especial. Su gran disparo y su agilidad para regatear y salir de situaciones comprometidas en una baldosa le hacen un activo fundamental para el cuadro alemán. Además, el ‘10’ teutón tiene una función muy importante hundiendo a las defensas rivales mediante sus conducciones. Cuando el bueno de Jamal recibe y arranca a conducir, la defensa rival da un pasito atrás, por lo que, su presencia, condiciona al rival.
El germano de origen inglés, parte desde la derecha en el 4-2-3-1 que dibuja Naggelsmann. Aunque tiene un rol menos protagonista que en el Bayern (la mediapunta la ocupa Gündogan y la izquierda Wirtz), sigue siendo importante. Quizás no monopoliza los ataques de su equipo como pasa en su club, pero en la selección debe leer la jugada y ocupar los espacios que requiera la jugada en función a los movimientos de sus compañeros. Al haber exceso de talento, nadie puede monopolizar nada y el movimiento continuo es imprescindible.
Hungría: Dominik Szoboslai
Szobolslai es el mejor jugador que ha salido de ‘la capital del Danubio’ en los últimos años. Aunque parte desde el extremo izquierdo, tiene total libertad en cuanto al juego se refiere: ya sea siendo el referente ofensivo o bajando a recibir para sacar el balón. En el 5-2-3 que propone Hungría, Marco Rossi sitúa al ‘10’ en el costado izquierdo, favoreciendo esto que, estando a pie cambiado, Szoboslai encuentre distintas situaciones que potencian su mejor virtud: el disparo lejano. Aun así, en distintos momentos, cuando Hungría pasa a un 5-3-2, Szoboslai retrasa ligeramente su posición pasando a ser un interior, como hace en el Liverpool. Independientemente de su posición, el bueno de Dominik es, sin duda, el jugador más importante del cuadro húngaro.
Escocia: Billy Gilmour
Al margen de la importancia del ya conocido por todos Andrew Robertson, quién es la estrella indiscutible de esta selección, Gilmour asoma la cabeza como un perfecto error en la selección escocesa. Es irónico que el joven, fino, de buen pie y bajito escocés sea un jugador importante en un equipo que tiende al juego directo. Contradictorio cuanto menos. Billy Gilmour es esencial para enfrentarse a situaciones donde el rival no vaya a presionar y permita jugar en corto. El mediocentro monopoliza el centro del campo escocés y es necesario para llevar el balón a jugadores importantes en situaciones de peligro. Con pleno control sobre la medular, debe asegurarse que las pocas posesiones que tenga Escocia se gestionen bien y comporten peligro. Su año en el Brighton le ha venido perfecto como ‘erasmus’ parar prepararse y dar un paso adelante tanto a nivel de selección como a nivel de club, sea el que sea.
Suiza: Dan Ndoye
Gracias a su juventud, Ndoye, todavía es un jugador muy polivalente que no tiene una posición fija, por lo que se adapta a distintas posiciones. En Suiza se le ha visto actuar tanto de carrilero, por ambos lados, como de extremo. Esta última posición es la que ocupa en su club, un Bologna que ha dado la campanada en el fútbol italiano y se ha clasificado para la Champions con Ndoye como pieza clave. Desborde y agilidad son las mayores virtudes de este joven futbolista que, en esta Eurocopa, tiene el rol de carrilero izquierdo a pie cambiado.