La reacción de los aficionados del RCD Espanyol a la posibilidad de que el Girona FC se pueda plantear pedir al club perico jugar una eventual segunda fase de la Champions League en el RCDE Stadium deja claro que las relaciones entre ambos entornos no pasan precisamente por su mejor momento. Recordemos que ‘As’ avanzaba este jueves que el Girona FC ha recibido la autorización de la UEFA para que el estadio de Montilivi pueda acoger los partidos de la principal competición continental en la próxima temporada 2024-25, por lo que el estreno histórico del club en la máxima competición continental podrá ser en el feudo ‘gironí’ 1. Montilivi acogerá los partidos de Champions, y el club ha validado las reformas propuestas para que el estadio cumpla con los requisitos solicitados; aunque se había considerado la opción de jugar en el estadio del Espanyol en Barcelona, finalmente se optó por Montilivi. A pesar de que no todos los aficionados podrán acceder debido a las restricciones de gradas supletorias, la decisión satisface a la mayoría de la parroquia rojiblanca. El Girona deberá superar la primera fase de la Champions, que en la próxima temporada será una liga de 36 equipos, para avanzar a la segunda fase y, posiblemente, cambiar de sede; aunque el RCDE Stadium en Barcelona ofrece mejores condiciones en términos de capacidad y servicios, no parece sencillo que el club perico, que ya en su momento no se había mostrado demasiado receptivo a una posible petición del Girona FC en este sentido, ceda su instalación a un club con el que en los últimos años ha experimentado una rivalidad impensable hace solo un tiempo. Evidentemente, desde hace unos tiempos la presencia más o menos habitual del conjunto ‘gironí’ en la máxima categoría, la competencia que desean presentar desde esos lares para ostentar el título honorífico de segundo club de Catalunya, conalgunos personajes nefastos como Jaume Roures detrás de ese empeño, y el hecho que entre la afición rojiblanca haya una parte que atraída por los recientes éxitos deportivos comparta filias con el FC Barcelona y por ende, un absoluto antiperiquismo, ha puesto distancia entre RCDE i el club rojiblanco. Sin embargo, este ‘favor’ que podría pedirle el Girona al Espanyol sí se hubiese entendido como algo lógico y natural hace sólo unos pocos años, cuando entre ambas entidades había una excelente relación institucional, y el Espanyol, como con todos los clubes modestos, no dudaba en echar una mano de diferentes modos al ahora nuevo rico Girona. Con motivo del último Girona – Espanyol en que hubo algunos incidentes y cánticos poco edificantes entre ambas aficiones, un ex presidente del club rojiblanco, Francesc Rebled, se encargó de poner las cosas en su sitio y enseñar un poco de historia a esas nuevas generaciones de aficionados ‘gironins’ que desprecia al al RCDE: “A causa de la polémica surgida tras el partido del sábado, por la rivalidad entre aficionados del Girona y el Espanyol, querría destacar que durante mi presidencia en el Girona, cuando nos encontramos con un tope salarial muy limitado, el único equipo que nos quiso ayudar fue el Espanyol y su entonces presidente, Joan Collet, que nos cedió jugadores a un coste muy barato”.
A causa de la polèmica sorgida després del partit de dissabte per la rivalitat entre aficionats del @gironafc i el @RCDEspanyol, voldria destacar que durant la meva presidència al Girona FC, que ens vam trobar amb un límit salarial molt limitat (continua)
— Francesc Rebled (@frebled) January 9, 2023
Pese a que Rebled fue poco tiempo presidente del Girona, concretamente en el verano de 2010 y posteriormente entre 2013 y 2015, experimentó en primera persona la generosidad del Espanyol con las cesiones de futbolistas como Ángel Martínez, muy querido entre la afición ‘gironina’, Cristian Gómez y Christian Alfonso, que ya habían debutado en Primera división, igual que también de golpe los de Carlos Clerc, Jairo Morillas y Germán Parreño.
En temporadas alternas, también habían viajado a préstamo hombres como Ernesto Galán, Juanma Hernández o Dani Nieto, que reforzaron las filas rojiblancas. Más recientemente, ya con City Group habiendo tomado los mandos del Girona FC, jugó cedido Pol Lozano, que ayudó a los de Michel a lograr el último ascenso a Primera. Y hace muchos años, en 1975, cuando comenzó esta serie de ofrecimientos, el Espanyol ofreció a 14 de sus jugadores al club gerundense, que acabó llevándose a préstamo a siete.
El Espanyol, un habitual en el torneo de verano organizado por el Girona
Además de ceder a sus futbolistas, el Espanyol siempre respondió positivamente a las llamadas para participar en el torneo de verano Girona-Costa Brava, que desde 1970 organizan los rojiblancos. Participó en la 1ª edición junto a San Lorenzo de Almagro, Borussia Neur-Kinchen y Valencia; en la 2ª en 1971, junto a Granada, Córdoba y el mismo Girona; para regresar en la XXX edición, en 2002, junto a Sporting de Lisboa B y Girona, y el año siguiente, en la XXXI edición, repitiendo más adelante en el 2009, 2013 y 2015.
