Hoy se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona el juicio contra el exfutbolista del Celta de Vigo y actual de SC Internacional -Brasil-, Hugo Mallo, por supuesta agresión de índole sexual a la persona que ejercía su trabajo como mascota perica en la previa al partido que se iba a disputar en el Estadio de Cornellà-El Prat entre el Espanyol – Celta de Vigo de la pasada temporada 2018/19. Iván Molero, periodista del Diario AS, fue el que destapó todo el entramado. Tal y como comentó el propio periodista en su primer artículo sobre el caso, “tras meses de una minuciosa investigación y después asimismo de contactar con ambas partes, los hechos habrían sucedido ya sobre el césped y ante el público, durante el habitual saludo entre los jugadores de ambos equipos, con los del Espanyol en fila y los del Celta pasando ante ellos, con Hugo Mallo en primer lugar como capitán. Al llegar a la posición de las mascotas, concretamente a la mascota periquita al final de la fila, se habría producido el supuesto abuso, que se juzga como tal y no como agresión sexual porque se aplica el Código Penal vigente en el momento de los hechos”.
Pues bien, tras cinco años de espera, hoy se ha oficializado el juicio en Barcelona, donde Hugo Mallo ha comparecido pasadas las 12.45 horas de la mañana, donde el propio jugador ha comentado que respondería a todo: “Yo no he hecho eso, solo he saludado a compañeros y mascotas sin más. Al día siguiente viene el presidente y el director general del club al entrenamiento y al principio no me lo creí, pensaba que era una broma. Me advirtieron de que habría una investigación por su parte”. Ha proseguido: “Llevaban todo el día viendo vídeos, imágenes y me comentaron que estaba denunciado. No dábamos crédito. No había imágenes claras en este sentido y por eso no pasó nada”.
Además, se ha comentado en el juicio que no tiene explicación de por qué ha recibido esta denuncia: “En esas décimas de segundo que paso no veo que se aparte, estoy centrado en lo mío, el partido”. Sigue: “Yo en el vídeo veo mis manos a la altura de la cintura. Yo lo que recuerdo es darle la mano, como a todos”. Asimismo, en la declaración decía que no planeó nada en el vestuario: “Era un partido importante, estábamos en descenso. No sabía quién había debajo, solo veo dos muñecos. Saludo a mis compañeros, a los dos periquitos, doy la vuelta, mi rutina, un salto, foto equipo y como capitán voy al sorteo de campo, como en todos los partidos, como siempre”.
Respecto a si eran sus brazos, el jugador se ha excusado: “Puede ser o no, muchos tenemos tatuajes, para mí eso es la cintura, no lo veo arriba. No tengo ni tiempo ni en la cabeza, se me pasa eso”.
Por lo que supone al Ministerio público, lo tienen claro y que ningún jugador más abraza a la mascota. Además, se ha comentado que fue con toda la intención y se corrobora la versión de la víctima, que en ese momento ejercía su profesión como mascota periquita, ante unos videos reveladores de los hechos. En lo que a la Acusación particular se refiere, hay pruebas de cargo y coinciden con el Ministerio público en que los videos son reveladores. Además, la propia Acusación Particular ha dicho que se remitió un email al club Celta de Vigo a las tres horas de los hechos y sin saber quién había sido, donde la víctima tacha de vergüenza y repulsa lo ocurrido.

Sentencia condenatoria de 24 meses
Los hechos son constitutivos de abuso sexual, ya que ha existido contacto corporal no consentido. Por lo que la sentencia condenatoria sería una multa de 24 meses, además de la imposición de costas en concepto de abogados.
La defensa del jugador se ha opuesto a las acusaciones formuladas desde el minuto uno. Además, han acreditado que los hechos denunciados no habían sucedido, quedando al sobreseimiento libre y analizando los hechos como no constitutivos penalmente: “No ha sucedido, lo hemos visto todos en el vídeo. No se para -Hugo Mallo-, no se detiene”. Incidiendo en que era capitán, que estaban en descenso: “Los videos demuestran que no le puso las dos manos debajo del disfraz ni le tocó los pechos”. Por lo que finalizan con: “En el giro, a veces puede tocar algo, hombro, quizá. No se ve que haya una segunda mano”. Se pide un procedimiento absolutorio por total falta de pruebas.
Todo queda visto para sentencia que, según comentan, quieren oficializarla antes de que termine el mes de agosto.
