La derrota del Espanyol en la primera jornada de LaLiga EA Sports contra el Valladolid (1-0) debe servir para que Manolo González aprenda de los errores que se cometieron en el verde y también desde el banquillo -el preparador no estuvo acertado con el planteamiento y tampoco con el once elegido, y además los cambios se produjeron posiblemente demasiado tarde-. Así, la esperanza tras el pobre espectáculo visto en Zorrilla, en especial en la primera mitad, es que el técnico espanyolista, que hizo autocrítica tras la debacle, sepa rectificar y el equipo de un paso adelante ante la Real Sociedad para enviar entre todos el mensaje de que no se pasará una temporada tan dramática como lo visto en Pucela hace pensar.

Hay varias decisiones que Manolo González deberá tomar: de entrada, si seguir apostando por una defensa de tres que ante el Valladolid no dio la necesaria sensación de seguridad, o volver a un dibujo de cuatro. En principio, todo parece indicar que seguirá con tres centrales y dos carrileros, aunque no es descartable que cambie alguna pieza. Ahora mismo, la única razón para seguir apostando por esa disposición de dos centrales parece la falta de confianza en una pareja solvente que transmita confianza al equipo, pero lo cierto es que esta disposición penaliza al resto del equipo. Independientemente de quien juegue, Manolo González debe hacer hincapié en dar instrucciones claras a sus futbolistas de lo que quiere sobre el verde, y evitar ver a un hombre como Álvaro Tejero que había dado buenas sensaciones en pretemporada insistiendo en entrar por dentro y dejando un vacío en su banda.

En el centro del campo, parece improbable que vuelva a coincidir la dupla José Gragera–Pol Lozano, dos futbolistas con grandes problemas para vehicular el balón hacia delante. Lo lógico sería apostar por José Gragera pero acompañado por Alex Král.

Entonces se abren dos posibilidades: jugar con un doble pivote únicamente o acompañados por un tercer centrocampista, en este caso Álvaro Aguado, lo que dejaría en punta a Puado y Veliz. Si jugase el jienense, se abriría la puerta a que arriba estuviesen los citados Puado y Veliz acompañados de otro de los recién llegados, Irvin Cardona; un inconveniente de esta solución es que el equipo se quedaría sin recursos en el banquillo caso de ser necesario un plan B.

