La contracrónica del Atlético de Madrid – Espanyol, a cargo de Juan José Caseiro:
No estaban muertos, estaban empatando en el Wanda
A través de Paramount Comedy, canal temático de humor que se estrenó en 1999, llegó a nuestras casas los monólogos, vertiente cómica que empezó a tener una abrumadora presencia. En la Gran Vía madrileña, varios locales destacaron esta opción entre sus programas. A 10 kilómetros al este de la emblemática avenida, el Atleti fue capaz de ofrecer uno de 30 minutos tremendo. Lo que no esperaba era que quien acudía como público, tenía guardado un chiste que contrarrestaba a sus mejores especialistas en la materia.
Le quedan a Joan dos días para decidir si quiere, como hoy, seguir consagrándose en los grandes escenarios de la Liga; le sobrevolaba a Tejero la sombra de otros laterales de mal recuerdo y su buena actuación le devuelve la importancia que merece; Omar estuvo más dubitativo que de costumbre y Calero, 101 minutos de partido, se sintió tan a gusto que hasta despejó de rabona. Engaña la apariencia de Kumbulla, por eso seguiremos valorándolo por la buenas prestaciones y Romero, en la salida de balón, sigue tirando líneas maestras.
La mejoría en la medular llegó por el aumento de presentes: Gragera pecó del pase atrás y el cansancio; Král hizo mucho, pero sobretodo, fíjense en como ordena con voces y gestos al resto. Y esta vez, cerca de la unanimidad, Aguado lo hizo bien. Hasta más que bien, diría.
A falta de goles, Puado fue fundamental en el plan y no se ahorró nada, mientras Veliz descongestionaba arriba todo lo que despejábamos desde atrás.
Entraron con confianza y a tiempo los cambios: de más a menos Pol, Brian de modo ‘poca gracia con el contrario’, Sergi con alguna duda en la coordinación al tirar la línea y Jofre para unir la grieta que podía abrirse en el último momento. Sobre Cheddira, correcto tras aterrizar. Aunque un apunte personal: no me acabo de fiar de los futbolistas que se vendan la muñeca por estética. Cosas …
Ya se ha puntuado. Primera barrera derribada. Falta marcar. El gol se presenta como objetivo y es imprescindible para la victoria. Con todas las dificultades, el punto sabrá a gloria al cuerpo técnico y jugadores, por el trabajo diario. A ver cómo acaba el mercado. Ahora que se está intentando llevar a la UNESCO el reconocimiento de la rumba catalana, a los 10 años de la muerte de Peret, nuestra aportación fue demostrar que “no estábamos muertos, estábamos empatando en el Wanda”. Perdón, en el Civitas. Demasiado marketing en el fútbol moderno. Con lo fácil que es llamarlo Metropolitano.
Juan José Caseiro
