Omar El Hilali, joven defensa del Espanyol, ha sabido resistir el atractivo de grandes clubes y mantenerse fiel al club que apostó por él desde temprana edad. A sus 21 años, se ha consolidado como uno de los pilares del equipo blanquiazul, demostrando tanto su calidad en el campo como su madurez fuera de él. En una entrevista con el periodista Roger Requena de Ara, el defensa explica por qué eligió al Espanyol entre otras propuestas que tenía de clubes ingleses e incluso del FC Barcelona, cómo vive el hecho de pertenecer a una familia marroquí en España, y cómo no se le ha subido la condición de jugador de élite a la cabeza.
Una lealtad forjada desde la cantera
El Hilali tuvo la oportunidad de sumarse a clubes de renombre como el FC Barcelona y, más tarde, a equipos de la Premier League inglesa, pero su corazón siempre estuvo con el Espanyol. “Tenía otras ofertas del Barça, la Damm, el Cornellà y otros clubes catalanes, pero sabía el club que era el Espanyol y su apuesta por la cantera. Mis padres me dijeron que es donde crecería más, y tenían razón”, confiesa. Desde que llegó al club con apenas 13 años, procedente del Santa Eulàlia, El Hilali fue testigo de cómo el Espanyol apostaba por el talento joven y su desarrollo integral.
La tentación de marcharse al extranjero llegó más tarde, cuando era aún un juvenil. El Manchester United mostró interés, una oferta difícil de rechazar. Sin embargo, Omar tenía claro que no era el momento. “Cuesta decir que no a clubs con ese poder, pero no pensaba en el dinero, sino en formarme en lo deportivo. Quería tener oportunidades; por eso renové con el Espanyol”, explica, dejando claro que la continuidad en el equipo blanquiazul era su prioridad.
Por lo que respecta a su salto a la élite, reconoce que “no me esperaba consolidarme tan pronto entre los titulares; para mí ha sido una ilusión tremenda, estoy muy orgulloso y quiero aprovechar al máximo la oportunidad”. Mañana tendrá toda una reválida, enfrentándose a hombres como Mbappé, Vinicius o Bellingham. “Sabemos que tienen algunos de los mejores jugadores del mundo, pero tenemos un plan y saldremos con mucha ambición para hacer un gran partido”, desliza el defensor perico.
Las raíces que marcan su carácter
Nacido en Hospitalet de Llobregat, en el seno de una familia marroquí que llegó a España en los años 90 en busca de un futuro mejor, Omar El Hilali ha vivido de cerca el esfuerzo y sacrificio de sus progenitores. Su padre, que trabajó como temporero sin papeles durante años, y su madre, ama de casa, le inculcaron valores que hoy se reflejan en su forma de ser. “Gente como mis padres no se marchan de casa por gusto; se arriesgan a morir y a dejar atrás a familia y amigos. Si se marchan, es porque donde viven las cosas no funcionan y quieren una vida mejor”, afirma.
Estos valores familiares han sido clave para que El Hilali mantenga los pies en el suelo a pesar de la fama y el dinero que genera el fútbol de élite. A diferencia de muchos jugadores jóvenes, que rápidamente adoptan un estilo de vida extravagante, Omar sigue viviendo con sus padres y hermanos pequeños en el barrio donde creció. “Es cierto que el fútbol mueve mucho dinero y que un sueldo desorbitado puede subirte a la cabeza, pero no es mi caso. Los únicos caprichos que me he permitido son pagar viajes con mi familia; así los padres están contentos”, comenta con naturalidad. Además, recuerda como la vida en el barrio le ha servido en su carrera: “Buscábamos un sitio donde jugar; en las calles aprendí a ser más astuto y listo en el campo”.

Un defensor de sus orígenes
Orgulloso de sus raíces marroquíes, Omar El Hilali no dudó cuando llegó la hora de decidir qué selección representar. A diferencia de otros jugadores de ascendencia marroquí nacidos en España, El Hilali eligió los colores de Marruecos desde muy joven. “Cuando me llamaron, a los 15 años, para disputar un torneo importante en África, pensé que era una broma. Los padres se volvieron locos; Quería que se sintieran orgullosos”, relata. Con la selección sub-23 de Marruecos ya ha jugado varios partidos y sueña con representar al país en grandes citas internacionales como un Mundial.
Más allá de lo futbolístico, Omar, que el pasado curso fue víctima de un incidente racista en el campo del Cartagena, se siente comprometido con la realidad de los migrantes en España y, recientemente, se ha unido a la Red Antirumores del Ayuntamiento de Hospitalet, un proyecto que busca combatir los estereotipos y prejuicios hacia los migrantes africanos. “Pido empatía en una sociedad que tiende a ver con malos ojos a los migrantes procedentes de África”, señala, mostrándose como un defensor de la integración y la igualdad.
🆕S’ha presentat la Xarxa Antirumors per combatre els prejudicis que dificulten la convivència i la cohesió social.
Amb l’alcalde David Quirós i el jugador del @RCDEspanyol Omar El Hilali, que apadrina la campanya.
ℹ️ https://t.co/mBqNe3TWRo pic.twitter.com/ZtV4iTIxcP
— Ajuntament de L’Hospitalet (@LHAjuntament) September 18, 2024
Un futuro brillante con los pies en la tierra
El paso de Omar por la cantera del Espanyol no solo lo ha formado como futbolista, sino también como persona. A lo largo de los años, ha aprendido valores esenciales como la disciplina y el esfuerzo. “Dan importancia a que los jugadores sean puntuales, estudien y coman bien”, recuerda. Aunque ha pausado sus estudios por el fútbol, Omar planea retomarlos en el futuro con el objetivo de ser maestro infantil. “Cuando pueda me inscribiré en la universidad; Quiero ser maestro infantil cuando me retire”, afirma, mostrando su lado más humano y sus ambiciones más allá del deporte.
Por ahora, Omar El Hilali sigue enfocado en su carrera futbolística. Con su lugar fijo en el once del Espanyol y la vista puesta en continuar su crecimiento, el joven defensa está destinado a ser una pieza clave tanto para su club como para la selección de Marruecos. Con humildad y dedicación, El Hilali sigue construyendo su carrera profesional mientras nunca pierde de vista lo más importante: su familia y sus valores.
