El centrocampista checo Alex Král se ha erigido como la pieza clave en la medular del Espanyol desde que se adueñó de la titularidad en la jornada 2 ante la Real Sociedad. Para Manolo González, hasta ahora Král ha sido el único futbolista que ha venido contando con plaza asegurada en el centro del campo, convirtiéndose hasta el momento en un pilar fundamental del esquema del técnico gallego. Su presencia no solo ha sido constante, sino que también ha ofrecido un buen rendimiento, destacando entre sus compañeros y siendo señalado como uno de los jugadores más determinantes del equipo en este tramo inicial de temporada.
Sin embargo, el hecho de que Král esté en el Espanyol en calidad de cedido por el Union Berlín añade una dimensión particular a este panorama. A pesar de su estatus de inamovible, el mediocentro checo salvo gran sorpresa regresará a su club de origen al finalizar la temporada, lo que plantea un desafío para el club perico: encontrar un acompañante adecuado para él en el corto plazo y, eventualmente, una solución más permanente para la medular del equipo.
La rotación en el centro del campo del Espanyol
Manolo González ha experimentado con diferentes combinaciones en la sala de máquinas, buscando el equilibrio ideal que complemente la solidez de Král, jugando además con dibujos que incluían dos o tres centrocampistas.
La inclusión de Pol Lozano como titular en el duelo ante el Real Madrid fue una sorpresa, ya que hasta ese momento, el catalán había tenido una participación esporádica, apareciendo en solo dos de los cinco encuentros anteriores y sin haber sido titular desde la jornada inaugural contra el Valladolid. Esta apuesta, sin embargo, evidenció que el centro del campo del Espanyol está lejos de ser inamovible, salvo por Král.
De momento, las buenas actuaciones de Pol Lozano ante Real Madrid y Villarreal CF, en que como decimos ha sido de la partida, parece que pueden darle continuidad en los onces. Su eclosión ha coincidido además con un momento de dudas respecto al rendimiento de sus competidores por un puesto en la sala de máquinas.
En este sentido, José Gragera es otro de los nombres que Manolo González ha manejado con frecuencia en este inicio de curso, aunque ha perdido al menos en las últimas citas la condición de titular. Hasta hace poco, era el centrocampista que más cerca estaba de consolidarse junto a Král, habiendo participado en los siete partidos disputados hasta el momento, siendo titular en cuatro de ellos, aunque en los últimos partidos su presencia ha ido disminuyendo (de jugar 78, 83 y 63 minutos ante Valladolid, Real Sociedad y Atlético ha pasado a hacerlo 45, 32, 23 y 17 frente a Rayo, Alavés, Real Madrid y Villarreal, respectivamente). Pese a que como apuntamos tal vez no atraviesa su mejor momento de juego, el asturiano, un futbolista de gran calidad y que ha demostrado anteriormente que está más que capacitado para superar malos momentos, cuando alcanza ese punto de forma aporta mucho equilibrio y consistencia en la recuperación del balón.
Por su parte, Álvaro Aguado, un centrocampista de características más creativas, ha tenido una presencia constante en los primeros seis encuentros, aunque solo ha sido titular en dos de ellos, mientras que ante el Villarreal pagó su grave fallo en el Bernabéu no teniendo minutos por primera vez en lo que llevamos de campaña. Su perfil más ofensivo ofrece una opción diferente a la pareja Gragera-Král, aunque su irregularidad en los minutos jugados sugiere que aún no ha convencido completamente a González para ser una pieza fija en el once inicial; además, los dos errores que han costado sendos goles ante Alavés y el mencionado ya frente al Real Madrid no ayudan a que pueda dar el paso a ser considerado indiscutible.
La búsqueda de la pareja de baile ideal
El reto para Manolo González pasa por encontrar el socio adecuado para Alex Král en el centro del campo. Con el checo como el pilar indiscutible, la variabilidad en los acompañantes ha sido evidente. Pol Lozano, Gragera y Aguado han tenido oportunidades, pero de momento ninguno ha logrado asegurarse la titularidad de manera definitiva.
La decisión del técnico gallego dependerá en gran medida de las características que quiera potenciar en el mediocampo. Si busca un perfil más defensivo y equilibrado, Gragera parece ser la opción natural para acompañar a Král. Sin embargo, si lo que necesita es un mayor dinamismo y capacidad de creación, Aguado podría tener más protagonismo en el futuro. La reciente apuesta por Lozano, que ha ido claramente de menos a más permitiendo un cambio de roles con el checo también sugiere que la competencia interna está más abierta que nunca.
El futuro de Král y el desafío del Espanyol
El hecho de que Alex Král sea un jugador cedido no puede ser ignorado en este análisis. Su rendimiento es clave en el presente, pero el Espanyol debe tener en cuenta que, salvo un giro inesperado, el checo volverá al Union Berlín al término de la temporada. Ante esta realidad, Manolo González tiene la oportunidad de trabajar en el desarrollo de sus otros centrocampistas para preparar el futuro del equipo, con o sin Král en el horizonte.
Lo cierto es que, mientras el checo continúe en el equipo, el Espanyol tiene una figura alrededor de la cual construir su sala de máquinas. El reto está en encontrar el complemento perfecto para seguir creciendo y poder tener un centro del campo lo más competitivo posible para afrontar los desafíos que presenta la máxima categoría del fútbol español.