El RCD Espanyol no está teniendo de momento demasiado éxito al buscar buenos resultados fuera de su estadio. Los blanquiazules tienen solo un punto de los doce posibles cuando juegan fuera; esto los coloca como el cuarto peor equipo visitante de LaLiga, justo por encima de los tres equipos que están en descenso. Su debilidad fuera de casa es un problema en su pelea por quedarse en LaLiga, y es especialmente un reto a resolver para un equipo que no puede depender solo de los partidos en casa, donde los resultados están siendo mucho mejores.

La única alegría fuera de casa hasta ahora fue el empate que se consiguió en el campo del Atlético de Madrid. En ese partido, los pericos mostraron gran resistencia, pero, en general, las cosas han ido mal a nivel de resultados. En su primer partido de Liga en Valladolid, el equipo dio una mala imagen y cayó derrotado justamente. Esa derrota mostró que faltó intensidad y preparación. Luego, en el Santiago Bernabéu, el equipo se adelantó en el marcador; sin embargo, terminó perdiendo frente al Real Madrid. En su último partido, en el Benito Villamarín, hubo cierta mejora en la defensa, pero nuevamente se fue con una derrota contra el Real Betis.

Las alarmas de los malos precedentes
El Espanyol no ha ganado como visitante en cinco partidos seguidos, cosechando 2 empates y 3 derrotas; esto incluye los cuatro partidos de esta temporada. Su último triunfo fuera del RCDE Stadium fue el 9 de junio: ese día, en la ida de las semifinales del playoff, los blanquiazules ganaron 0-1 al Sporting en El Molinón. El gol lo hizo Javi Puado.
La situación es alarmante al repasar lo que ha pasado con anterioridad. Desde la campaña 2018-19, solo una vez el RCDE comenzó la competición sin ganar en los primeros cinco partidos de visitante: fue en la 2021-22, cuando el equipo estuvo nueve partidos sin ganar fuera, con tres empates y seis derrotas.
La necesidad de cambiar la dinámica
Manolo González debe encontrar soluciones para mejorar los números del Espanyol a domicilio. El equilibrio defensivo ha mejorado en algunos tramos, pero la falta de consistencia para cerrar partidos y sumar puntos como visitante sigue siendo el principal talón de Aquiles. Si bien los blanquiazules han mostrado una versión más sólida en casa, depender exclusivamente del RCDE Stadium es un riesgo que el equipo no puede permitirse en una temporada tan exigente como la actual.

El próximo desafío será en San Mamés. Allí, el Espanyol jugará contra el Athletic Club. Es un lugar difícil, pero también da la oportunidad de mostrar que los blanquiazules pueden cambiar su suerte fuera de casa. Ganar en este partido no solo ayudaría en la tabla, sino que también daría confianza a un equipo que necesita mejorar en sus salidas para lograr mantenerse en la máxima categoría.
