La contracrónica del Atletic Club –Espanyol , de la mano de Juan José Caseiro:
La dimensión conocida
Se emitía cuando el día alcanzaba la madrugada y el blanco y negro de sus imágenes junto a la combinación de fantasía, ciencia ficción y terror, nos hacia recorrer a toda prisa el pasillo de casa pensando que antes de llegar a la cama, seríamos absorbidos por “La dimensión desconocida”, una serie de TV que en el caso del RCDE, empieza a ser bastante ‘conocida’.
A Joan le cayó dentro todo lo que fue entre palos; enfrentarse a Nico es chupar limón 90’ y eso le tocó a Omar y no fue necesario el ojo de un joyero para haber visto el peor día de Kumbulla. En la ‘fantasía’ de un resultado positivo, pensamos que había sitio para todos y Sergi y Brian aparecen en algunos goles sin ocupar los espacios correspondientes.
La cota de malla del doble pivote fue atravesada; Gragera no se supo escalonar con Pol, aprobado sin estridencias, y por ahí llegaba el pase previo a los tantos. Král, con el aval de partidos anteriores, no pudo con todo, dejando la posibilidad de puntuar en ‘ciencia ficción’.
En ataque, el ‘terror’ porque más allá de Jofre era un abismo; Véliz estaba siempre a dos metros de todo y a uno del casi y ni Romero fue capaz de dejarnos uno de esos guiños de talento habituales.
Cuando el partido ya estaba para cambiar de canal, nos tragamos los episodios repetidos: el de Cheddira dejando claro el jugador que es, el de Milla corriendo a ninguna parte, el de Cabrera pareciendo diezmado y el de Cardona en el papel de ‘increíble hombre menguante’. Al menos, el de Tejero, nos dejó un final diferente.
Una semana más, volvemos a la casilla de salida del ‘vicentemorenismo’, ese modelo de fiabilidad en casa y languideciente fuera. Seguro que no es la intención de los jugadores ni del entrenador, pero las estadísticas lo confirman y la censura aprieta. Todas las temporadas tienen capítulos que no nos gustan y este fue uno de ellos. Pero si seguimos desde hace años esta serie, será porque el Espanyol, nos lo hemos tomado como objeto de culto, ¿verdad?
Juan José Caseiro
