La tarea de sustituir a Martin Braithwaite era titánica para Fran Garagarza, director deportivo del Espanyol. El delantero danés, clave en el ascenso blanquiazul, acumuló 22 goles en 43 partidos la pasada campaña en LaLiga Hypermotion, firmando un tanto cada 85,95 minutos. Sin embargo, tras rechazar una oferta de renovación que calificó como “un insulto”, Braithwaite decidió dejar el club justo después de pasar la revisión médica. Sin dinero para traer un recambio de garantías por la decisión de Chen Yansheng de cerrar el grifo, Garagarza se vio obligado a buscar soluciones rápidas y económicas, apostando por Irvin Cardona, Alejo Veliz y Walid Cheddira para reforzar el ataque. Pero, a día de hoy, los tres fichajes están muy lejos de llenar el vacío que dejó el danés con su marcha al Brasil.

Alejo Veliz: destellos, pero sin consistencia
El joven delantero argentino, cedido por el Tottenham Hotspur, llegó al Espanyol con el cartel de promesa tras brillar en Rosario Central y disputar el Mundial sub-20. Tras un paso decepcionante por el Sevilla, aterrizó en el RCDE Stadium con ganas de reivindicarse. Aunque Veliz ha mostrado detalles de calidad y anotó un golazo decisivo en la victoria ante el Rayo Vallecano, sus números siguen siendo discretos: 11 disparos en 10 partidos, solo cuatro de ellos a puerta. En 619 minutos disputados, no ha logrado convertirse en el referente ofensivo que el Espanyol necesita desesperadamente. Además, el equipo sufre por la falta de un mediapunta que le asista, limitando aún más su impacto positivo cara a sumar gol.

Walid Cheddira: movilidad sin pegada
El delantero marroquí, con experiencia en la Serie B italiana y un breve paso por el Nápoles, llegó para aportar versatilidad en ataque. No obstante, en los 269 minutos que ha jugado, su rendimiento ha sido irregular. Hasta el momento, Cheddira ha chutado solo dos veces a portería, con un único disparo entre los tres palos. Su velocidad, una de sus principales virtudes, tampoco ha sido suficiente para marcar la diferencia en los partidos. La falta de continuidad como titular también ha mermado su confianza, y su adaptación parece estancada.

Irvin Cardona: un rol difuso
La incorporación de Cardona, que venía de destacar en el Saint-Étienne, generó expectativas por su capacidad para ocupar diversas posiciones ofensivas. Sin embargo, su aporte cara a puerta hasta ahora ha sido mínimo. En nueve partidos (306 minutos), ha disparado cinco veces a puerta, de las cuales solo dos encontraron el marco. A pesar de su versatilidad, el francés no ha logrado ser determinante ni como extremo ni como delantero centro. La falta de química con sus compañeros y las rotaciones constantes en el esquema de Manolo González dificultan su integración en el equipo.

Urgencia en el horizonte
La misión de Garagarza como apuntábamos más arriba era compleja desde el inicio, pero independientemente de los condicionante scon los que ha tenido que lidiar el vasco la realidad es que el rendimiento de los tres refuerzos no ha estado a la altura. Con un ataque que no termina de carburar y un sistema táctico que no potencia a los nuevos delanteros, la situación es preocupante. Manolo González sigue buscando la combinación adecuada para que puedan aportar más cara a puerta, consciente de que el margen de error se estrecha con cada jornada.

Si el Espanyol quiere mantenerse en la lucha por la permanencia, será imprescindible que todos ellos, Cardona, Veliz y Cheddira den un paso al frente. De lo contrario, el club podría verse obligado pese a las restricciones actuales a nivel de tesorería a hacer un esfuerzo en el mercado invernal, en busca del gol que no ha llegado hasta ahora. Esta situación no es sostenible mucho tiempo, y la afición blanquiazul espera respuestas inmediatas. Sin Braithwaite, la responsabilidad del ataque recae en ellos, y el tiempo para demostrar su valía se agota.
