Martin Braithwaite parece haber encontrado en Brasil el renacer que tanto anhelaba tras su controvertida salida del Espanyol. El ex delantero perico lleva cinco goles en 10 partidos con el Gremio, confirmando su buena forma y adaptándose a un fútbol tan exigente como pasional. Mientras tanto, el tridente que eligió Garagarza para reemplazarlo en el Espanyol –Veliz, Cardona y Cheddira– ha sumado apenas un gol en los diez encuentros que llevamos de LaLiga, lo que genera lógicamente dudas entre la afición perica sobre si la salida del danés fue la mejor decisión, o si hubiese sido mejor hacer un esfuerzo para retener a Martin.
En entrevista que publica Tipsbladet, Braithwaite habla sobre el turbulento verano que vivió, donde estuvo a punto de firmar con el Olympiakos. El delantero danés incluso había pasado el reconocimiento médico con el club griego, pero la operación se frustró en el último momento por motivos según dice, ajenos a él: “Acababan de pasar muchas cosas. Es cierto que estuve en Atenas. Todo estaba en su lugar. Pasé el control médico y sólo me faltaba firmar el contrato, pero no fue así. Algunas cosas están fuera de mi control y hubo algo con mi representante y el Olympiakos. No tuvo nada que ver conmigo, así que fiché por Gremio y creo que tenía que ser así”. El destino quiso que acabara en Brasil, una decisión que, según sus palabras, “era el plan de Dios”. “Los que me conocen saben que si hay caos soy muy directo y tranquilo. Con el Espanyol intenté hacer algo parecido, pero también sé que todo pasa por algo. Claro que fue especial porque tenía a mi familia conmigo y estuve allí dos días y solo tenía que firmar y mi esposa me preguntó cómo podía estar tan tranquilo, pero así es como siempre quiero estar”. “El caos no me afecta”, explica Braithwaite, antes de apuntar del mismo modo el lado positivo de la historia: “Eso me hizo venir aquí, a Brasil, y eso es fantástico. Me encanta aprender cosas nuevas, también sobre mí, y eso sólo lo haces cuando sales de tu zona de confort. Dije desde el principio tras mi despedida del Espanyol que quería probar algo nuevo y siempre he tenido una gran debilidad por el fútbol brasileño”.
Desde su llegada al Gremio, Braithwaite ha demostrado su capacidad goleadora, manteniendo en el banquillo a nada menos que Diego Costa, una de las grandes figuras del fútbol internacional. Pero el ex del Espanyol, lejos de sentirse presionado por competir con un jugador de tal calibre, se lo toma con calma. “No es algo en lo que piense mucho. Diego Costa es un jugador fantástico y nos llevamos muy bien. Sólo jugamos con un delantero, por lo que uno de nosotros tiene que sentarse en el banquillo y es elección del entrenador. Se trata de actuar y yo también tengo que hacerlo”, sentencia.
Este enfoque de vida y trabajo ha influenciado toda su trayectoria, la cual comenzó en Esbjerg hace más de diez años y lo ha llevado a lugares tan diferentes como el Camp Nou, el RCDE Stadium y, actualmente, Porto Alegre. En la entrevista, Braithwaite admite su pasión por el fútbol brasileño desde que era niño, influenciado por los anuncios de Nike con jugadores brasileños. Aunque reconoce que otros han tenido más condiciones con el balón, confía en su trabajo duro para superarlos: “Lucho por mi equipo y por mí mismo. A lo largo de mi carrera ha habido otros que han tenido mayor talento que yo, pero yo siempre he creído en mí mismo, y sé que si trabajo lo suficiente, en algún momento superaré a los demás”. El danés no ve su carrera en Brasil como un retiro, sino como un desafío personal y profesional para seguir creciendo: “Me siento muy bien y jugaré durante muchos años más. Cuido bien mi cuerpo y sigo mejorando”
En cuanto a su vida fuera del campo, Braithwaite reconoce que Brasil es un país donde la pasión por el fútbol se vive de manera intensa, aunque como es sabido habitar en ese país también implica ciertos peligros a nivel de seguridad personal. “Se oye mucho sobre lo arriesgado que es vivir aquí, pero si tomas precauciones y eres inteligente en la calle, puedes vivir tranquilamente”, señaló. A pesar de la reputación del país, por sus palabras parece quedar claro que se ha adaptado rápidamente y está disfrutando de la calidez de su gente.
Por ahora, si hacemos caso de sus palabras, el ex blanquiazul parece haber encontrado su lugar en el mundo del fútbol. Mientras en el entorno perico aún se debate sobre la conveniencia de su salida, Braithwaite continúa marcando goles y mostrando que, a sus 33 años, todavía le queda mucho fútbol por ofrecer. Así, mientras los delanteros del Espanyol siguen buscando su primer gran momento en la temporada, Braithwaite se consolida como una de las estrellas del fútbol brasileño. Una historia de lo que pudo ser y no fue en el Espanyol, pero que en Brasil ha encontrado un final feliz, al menos para el delantero danés.
