Barcelona se viste hoy de blanquiazul para celebrar los 124 años de historia del RCD Espanyol. Un aniversario que, aunque viene cargado de simbolismo, llega también en un momento delicado a la vez que determinante para el futuro de la entidad. El club, que la pasada temporada tuvo que conmemorar este día en el amargo escenario de la Segunda división, este año celebra con su primer equipo masculino y femenino en la máxima categoría, un reflejo de su lucha por mantenerse en el lugar que le corresponde, pero la situación deportiva no es para nada como para disfrutar de esta conmemoración como la pericada merecería.
124 anys estimant-te amb bogeria, Espanyol.
El Club de les nostres vides.Per molts anys, pericos! 🤍💙 pic.twitter.com/WQkAAUu4Ui
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) October 28, 2024
Está previsto celebrar un acto institucional al frente de la Estatua de la Afición en Cornellà, pero no habrá declaraciones por parte de los responsables de la entidad, con lo que el espanyolismo se quedará si no hay cambio de última hora sin saber qué opina la directiva del delicado momento deportivo e institucional de la entidad perica.

De los sueños de un ingeniero a un símbolo de resistencia
La historia del Espanyol se remonta a un ya muy lejano 1900, cuando Ángel Rodríguez, un joven estudiante de ingeniería en la Universitat de Barcelona, reunió a unos amigos para formar un equipo de fútbol en la Ciudad Condal.

De esta manera surgía la Sociedad Española de Foot-Ball, que rápidamente sobresalía en el ámbito deportivo local, compitiendo en encuentros contra otros equipos pioneros como el Foot-Ball Club Barcelona y el Català Foot-Ball Club. Con el tiempo, ese grupo de futbolistas amateurs pasó a usar los colores blanco y azul, modificando su nombre a Club Español de Foot-ball y obteniendo en 1912 el título de “Real”, que se añadía a una entidad que ya comenzaba a formar su propia identidad.
El Espanyol ha recorrido un siglo de vivencias deportivas y también de luchas institucionales, marcado por un espíritu combativo que le ha permitido desafiar la adversidad de un entorno muchas veces abiertamente hostil y resistir las dificultades que aparecían en cada etapa. Un club que ha hecho de su carácter rebelde e inconformista el emblema de sus colores y de su afición, tan persistente y resistente como su propia historia.
Crecimiento y compromiso en las gradas: una afición que nunca falla
Hoy, el Espanyol es más que un club de fútbol: es un sentimiento de arraigo, de pertenencia. Este aniversario viene acompañado por una de las mejores cifras de asistencia y de socios en los últimos años, demostrando que el compromiso de la afición perica sigue inquebrantable pese a las dudas existentes sobre el actual proyecto. Las campañas sociales, como la reciente iniciativa “Los Pericos no abandonan”, confirman su papel central en la vida de sus hinchas, especialmente en una época donde esta identificación es clave ante los desafíos económicos y deportivos que encara la entidad.

La sombra de un futuro incierto
No obstante, este momento histórico se vive bajo una nube de incertidumbre sobre el futuro de la propiedad. Con Chen Yansheng al frente, el club ha pasado de soñar con ser una apuesta ambiciosa en la élite del fútbol español a enfrentarse a un escenario de austeridad y falta de inversión. La sensación que existe la necesidad de un cambio crece entre los seguidores y el clamor por un relevo en la propiedad se hace cada vez más evidente. Buena parte de los pericos esperan que esta falta de inversión y compromiso por parte de Chen tenga un final próximo, pues consideran que un nuevo liderazgo permitiría consolidar un proyecto deportivo acorde con la grandeza de su historia.

124 años de resistencia, con la vista puesta en el mañana
Así, el RCD Espanyol celebra hoy un aniversario que no solo es un motivo de orgullo, sino también una llamada de atención. Con una afición leal y entregada y una historia que respalda su relevancia en el fútbol catalán y español, el Espanyol demuestra que está preparado para asumir cualquier reto. La esperanza de sus seguidores es que, en su próximo aniversario, el club esté liderado por una propiedad alineada con el sentir de sus colores, para que la lucha por hacer más grande el nombre de la entidad no se limite al campo, sino que presida todos los ámbitos de la entidad.

