El FC Barcelona, rival este domingo del Espanyol, ha emitido una severa advertencia a su grada de animación en caso de que se vuelvan a repetir incidentes de violencia verbal y comportamientos ofensivos en el Estadi Olímpic de Montjuïc. Según ha publicado La Vanguardia, el club ha reclamado a los grupos Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça el importe de las multas acumuladas durante la pasada temporada, una suma que asciende a 21.000 euros, y ha dejado claro que, de producirse nuevas sanciones por cánticos ofensivos o comportamientos inapropiados, el propio club cerrará dicho sector para el siguiente partido.

El Barça ha reforzado su mensaje con un documento firmado por ambas partes, en el que se estipula que cualquier sanción debe ser asumida por los responsables de la grada de animación, aunque hasta el momento ha sido la entidad barcelonista la que ha cubierto el coste de las multas. No puede pasar inadvertido que este movimiento llega justo antes de un derbi ante el Espanyol que, históricamente, se caracteriza por una alta carga emocional y una rivalidad intensa.
En este sentido, el Espanyol y sus aficionados ven con recelo cómo, a pesar de las advertencias y medidas disciplinarias, se repiten insultos graves en el entorno blaugrana contra el club perico. El mensaje del Barcelona parece un intento por atajar estos comportamientos en sus sectores de animación, aunque los antecedentes recientes despiertan el escepticismo entre los seguidores blanquiazules, que ya han sido testigos reiteradas veces de situaciones similares.

En este contexto, el Espanyol sigue su compromiso de reducir las expresiones de odio en su propio estadio, acatando las normativas y reforzando la seguridad, aunque no se libra tampoco de la lupa de LaLiga en cuanto a comportamientos de sus aficionados. Así, la patronal ha elevado una denuncia ante el Comité de Competición de la RFEF y la Comisión Antiviolencia tras los cánticos ofensivos registrados en el pasado partido ante el Sevilla disputado en el RCDE Stadium, donde, en los minutos 10, 62 y 90+8, un grupo de aficionados entonó el cántico “Puta Sevilla” en la grada del Gol Cornellá. En respuesta, el Espanyol activó su protocolo de seguridad, proyectando mensajes en los videomarcadores y recordando la prohibición de tales conductas. Para la entidad perica, estos episodios representan un revés en su lucha por un estadio libre de comportamientos intolerantes. Durante el encuentro, se reforzaron las medidas de seguridad y se implementaron revisiones en pancartas y materiales de animación, en una clara muestra de su compromiso con un entorno deportivo respetuoso, alineado con iniciativas como la campaña “LALIGA VS BULLYING”.
El contexto general en el que se producen estas advertencias es el de una creciente presión institucional por reducir el lenguaje hostil en los estadios de fútbol de España. LaLiga remite semanalmente informes de cánticos ofensivos a los organismos competentes, en busca de aplicar sanciones cada vez más severas que ayuden a lograr un cambio de actitud en los estadios. En el caso del Espanyol, los esfuerzos de seguridad y concienciación dentro del RCDE Stadium buscan precisamente evitar que este tipo de denuncias se repitan, en una muestra del compromiso del club por mantener un ambiente familiar y respetuoso.
Lo que parece claro es que el derbi de Montjuïc se disputará bajo un escrutinio especial, con LaLiga vigilando de cerca las conductas de la grada especialmente tras las advertencias y medidas preventivas activadas en ambos clubes.
