La pausa en LaLiga EA Sports a causa de la fecha FIFA llega como una oportunidad para el Espanyol. El aplazamiento del encuentro ante el Valencia, solicitado por el club ché debido a las inundaciones provocadas por la DANA, ha dejado a los blanquiazules tres semanas sin competición oficial, alargando el parón de selecciones hasta el próximo 23 de noviembre. Esta situación, aunque imprevista y ciertamente indeseada para el equipo de Manolo González, que se ha visto abocado a ocupar puestos de descenso sin posibilidad de competir, ofrece un espacio de trabajo que el cuerpo técnico blanquiazul pretende aprovechar como si se tratase de un particular stage de pretemporada para corregir los aspectos que más están lastrando el rendimiento del equipo.

El desafío defensivo: números preocupantes
El Espanyol se ha convertido en el segundo equipo más goleado de LaLiga con 22 tantos encajados, una media de 1,8 por partido. Los desajustes defensivos, visibles en casi cada jornada, han dejado al equipo en una situación precaria en la tabla. Manolo González sabe que mejorar en la retaguardia es la única manera de compensar una delantera que ahora mismo no es suficiente para contrarrestar la fragilidad en la zaga.
El trabajo defensivo, más allá de fortalecer la solidez en bloque, también exigirá ajustes individuales que permitan evitar el tipo de goles que el Espanyol está encajando con alarmante frecuencia. Con el equipo provisionalmente en zona de descenso, este aspecto se vuelve una necesidad innegociable para escapar de la zona peligrosa en una fase del curso en principio propicia para sumar puntos.

Escasez de producción ofensiva: un problema de precisión
Aunque las cifras del Espanyol en ataque pueden parecer aceptables con 11 goles en lo que va de temporada, el equipo era antes de la disputa de esta 13ª jornada en que se ha visto obligado a parar el sexto menos anotador de LaLiga.
A día de hoy, Javi Puado se ha consolidado como el máximo artillero perico con cuatro goles en su cuenta personal, mientras que Jofre Carreras, en plena forma, ha aportado dos tantos. La cifra goleadora del Espanyol se completa con las contribuciones de Kumbulla, Álvaro Tejero, Carlos Romero y Veliz, quienes suman un gol cada uno, junto a un tanto en propia puerta, totalizando once goles en lo que va de temporada. Sin embargo, la falta de acierto en ataque sigue preocupando en el RCDE Stadium, ya que los fichajes de verano –Veliz, Cheddira, Cardona y Ünüvar– aún no han conseguido llenar el vacío goleador que dejó Martin Braithwaite. La necesidad de encontrar pólvora en el ataque es evidente, y los blanquiazules saben que cualquier esperanza de permanencia pasa por desatar su potencial ofensivo en lo que resta de curso.

La fase decisiva: un calendario que exige respuestas
Tras el parón, el calendario no da respiro. Girona, Celta, Getafe, Osasuna, Las Palmas y Leganés serán los rivales que los pericos se echarán en cara hasta el final de la primera vuelta, partidos que ya no admiten errores si el Espanyol quiere escapar de las posiciones comprometidas. Esta pausa en la competición se presenta, dado el actual contexto, como una ocasión de oro para que el equipo ajuste más su defensa, mejore la producción en el medio del campo y refuerce su puntería en el área rival. El cuerpo técnico confía en que estos días de trabajo intensivo logren despertar el acierto que Manolo González espera tanto de sus defensores como de sus puntas, aspectos que son cruciales en una temporada que, para el Espanyol, está marcada por la necesidad imperiosa de garantizar su supervivencia en la élite del fútbol nacional.
