La derrota del pasado sábado ante el Girona en Montilivi ha marcado un punto de inflexión en la historia reciente del Espanyol. Más allá del sonoro resultado del 4-1, la humillación ha provocado el enojo de una afición que ha dicho: “Ya basta”. El malestar ya no apunta solo al terreno de juego, las miradas se dirigen a los despachos, donde una gestión errática y un futuro incierto están dejando al club al borde del abismo. Fran Garagarza, director deportivo, es uno e los objetivos de las críticas. Si bien la falta de respaldo económico de Chen Yansheng condiciona su trabajo, su incapacidad para corregir los errores de planificación o presionar por los recursos necesarios le han situado en el ojo del huracán. A pesar de haber dado la cara tras el desastre, su continuidad en el cargo es cada vez más cuestionada. Mientras, el CEO Mao Ye ha mantenido un discurso vacío que alimenta aún más el descontento. A su vez, Manolo González sufre las limitaciones de una plantilla reducida diseñada con cesiones de bajo coste y sin fichajes de calidad; si bien es evidente que lo está intentando, los resultados obligan a cuestionar su continuidad. Nombres como Sergio González ya están sonando como posibles recambios. Pero la raíz del problema parece es más profunda y tiene nombre y apellidos, Chen Yansheng, cuya desconexión y desinterés respecto al presente y futuro del Espanyol ha agotado la paciencia del socio y aficionado. Desde China, como es evidente, no ha sido capaz de dotar al club de los recursos necesarios para mantenerse en la élite. Su negativa a vender pese a diversas ofertas está dejando al Espanyol a las puertas de un tercer descenso durante su gestión. La derrota en Montilivi no es solo un tropiezo deportivo; es el reflejo de años de mala planificación, desinterés y decisiones cuestionables. La afición ha hablado: no hay más margen para excusas. O se toman medidas drásticas y urgentes, o el Espanyol se enfrenta a una situación caótica.
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— LA GRADA (@lagradaonline) November 25, 2024
En La Grada Ràdio hemos hablado ampliamente del ridículo hecho en Girona, y de los factores que han llevado al mismo, básicamente, la apuesta de los responsables del club por no invertir en el proyecto deportivo, y es que efectivamente Chen Yansheng y sus adláteres tienen abandonado al Espanyol.
Evidentemente, tras un fracaso como el de Montilivi lo normal sería que rodasen cabezas, pero el problema es, ¿cuáles deberían ser? La primera habría de ser la del CEO Mao Ye, que desde que ocupa este cargo acumula una hoja de servicios lamentable: el cese de Vicente Moreno a dos partidos de acabar la Liga; sustituir a Rufete por su segundo, Catoira; la marginación de Raúl de Tomás y venta fuera de mercado tras devaluar al que era el principal activo deportivo; luego, el descenso, la venta de Joselu al Madrid por una cantidad ridícula; la elección de Garagarza con el objetivo de desinvertir, una política de inversión cero en los mercados de invierno, la devaluación del límite salarial, y tres ejercicios consecutivos con pérdidas. Chen evidentemente no va a prescindir de él, su hombre en Barcelona.
El siguiente en la cadena de mano es el director deportivo Fran Garagarza, al cual evidentemente no se le va a cesar porque está haciendo el trabajo sucio a la directiva. A Garagarza le correspondería ejecutar el cese de Manolo González, que fue su apuesta para subir y lo mantuvo en el banquillo en Primera división. Llegado el caso, ¿tendrá el gesto de dignidad de marchar con él, como han hecho otros directores deportivos con sus técnicos? Con Manolo González se puede discrepar en términos futbolísticos, pero la realidad es que se trata de un profesional honesto al que no se le ha dado nada, y ha de intentar extraer lo mejor de una plantilla que no da el nivel cuando no mantiene el nivel necesario de actitud o no le da futbolísticamente.
¿Y qué pasará en el futuro inmediato? En un escenario en que el Espanyol no supere con éxito el próximo partido ante el Celta de Vigo, caerá el entrenador, el eslabón más débil de esta cadena, y pasará a engrosar la amplia lista de técnicos que han sido triturados por este monstruo en que se ha convertido el club en la era Rastar.
El maltrato a la afición del Espanyol reflejado en la cara de una criatura de 5 años, y el club no sabe reaccionar
Otro tema lamentable es el maltrato que recibió la afición del Espanyol en Montilivi, reflejada en la cara de Gorka, un pequeño de 5 años al que se le obligó a despojarse de su camiseta para entrar al campo, pero que tuvo otros muchos ejemplos.
Todo, sin que la responsable de seguridad del RCD Espanyol Carmen Jerez trasladase esas incidencias a Mao Ye para que éste comunicase al presidente del Girona Delfí Geli que o bien se trataba a los seguidores blanquiazules con respeto, o se tomaría alguna medida drástica como retirar al equipo del campo. En el programa hemos hablado con el abuelo del niño, que fue quien subió el vídeo de denuncia a las redes sociales.
Tiempo de tertulia
Este duro lunes de resaca han visitado los estudios de RCE Juan José Caseiro, Víctor Maymó y Carlos Latorre, que han compartido junto a los oyentes que han entrado en el programa vía telefónica sus sensaciones respecto a esta tristísima situación que vive el RCD Espanyol.
