La contracrónica del Barbastro – Espanyol, por Juan José Caseiro.
La hostia de Barbastro
Poca reivindicación y una hostia de campeonato, o de Copa, como quieran llamarlo. Y es que a veces es mejor no mentar a la bicha. Quiso Manolo crear un efecto motivador y el frío de Aragón le devuelve un boomerang que vuelve a hacer sonar las alarmas.
Depreciación absoluta del producto: Pacheco hace tiempo que no para, Tejero y Sergi hicieron acciones impropias de futbolistas de primera, Kumbulla se mezcló en la mediocridad general y solo Romero, de los de atrás, aspiraba a limpiar imágenes anteriores.
No hay excusa del césped porque estaba para todos igual: de los del medio, Bauza si aprovechó su turno, al revés que Aguado. Ünüvar tiene algo aunque pinta que tras la derrota ‘hasta aquí ha llegado’ y Roca debe decidirse a tomar riesgos en su juego.
47 centros al área y dos rematados: Cheddira de coronilla y Veliz en el 91: no hay más preguntas, señoría.
Milla, Cardona, Justin, Král y Jofre. Alguien pudo pensar que estos lo remontaban, pero tampoco. Igual o pero que los reemplazados.
Con la eliminación, vuelven los debates y si no lo creen, echen un vistazo en las redes sociales. Desastrosa imagen en los grandes y hasta en los pequeños detalles: miren las medias de algunos de los que han jugado. A los campos de fútbol, no se puede ir de sobrado. Que la liga nos sea leve y esto solo tiene una forma de borrarlo: llegar a Navidades con el equipo a salvo. ¡Hostia ya!
Juan José Caseiro
