La contracrónica del Getafe – Espanyol, por Juan José Caseiro.
Derrota cantada
Estamos en un tiempo que los algoritmos, dictan las consecuencias y los resultados de cuanto sucede. Aplicados a la tecnología, se usan para redirigirnos a un consumo no pensado. Y realmente, están creados para que, siguiendo unos pasos lógicos y definidos, se solucione un problema. Y el que se debe aplicar al RCDE, no requiere del ordenador más potente del mundo. No. Se necesitan hombres de fútbol, desde el palco al césped.
Encajó Joan el gol a los 8’ porque antes ya había hecho tres paradas de gol; pecó de pardillo Omar con un rival que le iba dando avisos en cada acción; si el resultado no era suficiente disgusto, las palabras de Cabrera al acabar el partido me hacen pensar en la realidad paralela que viven algunos y solo Brian, de los de atrás, vivió el partido que todos intuíamos.
Párrafo aparte para Sergi: tiene el querer, pero hace tiempo que olvidó conjugar el ‘saber y poder’.
No es para tirar confeti, pero Pol, ante la escasez, salvó la sanción y siguió en la buena línea de recuperación de balones. Justin, nos dejó fríos como la noche y un checo a las nueve de la noche de un lunes en Getafe, solo puede hacer una cosa: perderse. Cómo Král.
Los tres de arriba hicieron pleno… pleno de nulidad; Jofre, Puado y Cardona, equivocaron decisiones, fallaron controles y se fueron sin desgastar a su par.
En las sustituciones, quedó claro a quien Manolo le podía seguir concediendo oportunidades; Roca le pone interés, Cheddira no falló, pero piensas y parece ‘no se qué, que sé yo’ y a Tejero le dio tiempo a poner un córner en condiciones. ¿Véliz? Lleva el 9, amigo.
Otra derrota y ya no sorprende. Quizá estas palabras envejezcan mal en unas horas, visto el panorama de falta de confianza entre los diferentes elementos de la plantilla. Hay imágenes difíciles de soportar y las de los partidos fuera de casa, se repiten cada semana. La calamidad de algunos desempeños ya no vale como justificación. Ahora mismo, el algoritmo estadístico nos dicta que estamos en descenso. Y las sensaciones, que son menos científicas, también. Habrá que cambiarlo. De alguna manera.
Juan José Caseiro
