El Valencia CF llega a la final del miércoles contra el Espanyol, clave en la lucha por la permanencia, con una incertidumbre que no ayuda a tranquilizar la situación que viven los de Mestalla: la continuidad de Rubén Baraja en el banquillo. Tras la derrota del pasado viernes ante el Valladolid, la estidad naranja se debate en un dilema donde se mezclan urgencias deportivas, tensiones internas y las estrictas restricciones económicas impuestas por el discutidísimo Peter Lim, máximo accionista del club.
Un banquillo en la cuerda floja
La figura de Baraja, cuestionada tanto dentro del vestuario como en el entorno valencianista, enfrenta su momento más delicado. La derrota en Valladolid, la novena en lo que va de temporada, dejó al técnico aún más expuesto. Aunque Layhoon Chan y Miguel Ángel Corona propusieron su destitución a Lim, el empresario no autorizó la operación debido al elevado costo del despido, que supera los cinco millones de euros, que choca con las restricciones salariales que rigen en el club desde 2020.
La búsqueda de un reemplazo tampoco ha sido sencilla. Quique Sánchez Flores, que parecía el favorito para ocupar el banquillo, ha expresado dudas sobre las condiciones de trabajo y las limitaciones de la plantilla, además de los ajustes económicos que se le exigirían. Por otro lado, la alternativa de Miguel Ángel Angulo, técnico del Valencia Mestalla, sigue sobre la mesa, aunque con menor fuerza.
La presión de Cornellà
Ante este escenario, parece que Baraja seguirá al frente del equipo, al menos hasta el miércoles, cuando el Valencia visitará al Espanyol en un duelo directo para evitar el descenso. El choque de Cornellà-El Prat es decisivo para ambos, pero el conjunto valenciano llega con un balance preocupante: ha perdido todos sus partidos ante rivales de la zona baja de la tabla, demostrando una falta de solidez que les tiene al borde del descenso. Mientras tanto, Baraja dice sentir la confianza del club en su labor, pero lo cierto es que el silencio institucional de los últimos meses ha debilitado su posición en el vestuario, donde parece haber perdido autoridad y crédito entre sus jugadores, lo que no parece la mejor noticia de cara a los intereses valencianistas.
Una semana que define el futuro para el “Pipo”… y para el Valencia, un rival directo del Espanyol en la lucha por la permanencia
Tras el enfrentamiento contra el Espanyol, el Valencia cerrará el año recibiendo al Alavés en Mestalla, otro rival directo en la lucha por la permanencia. Enero no dará tregua para este rival directo del Espanyol en la lucha por mantenerse en la máxima categoría, con cuatro partidos consecutivos frente a Real Madrid, Sevilla, Real Sociedad y Barcelona. El complicado calendario y la inestabilidad en el banquillo aumentan la presión a una plantilla atrapada entre dudas e incertidumbre. Mientras, en Singapur, Peter Lim parece tener la última palabra, aunque su inacción podría convertirse en otro obstáculo para un equipo que lucha desesperadamente por mantenerse en Primera división.
