El año 2024 ha estado lleno de turbulencias para el RCD Espanyol, algo que ha traído frustración a una masa social cuya paciencia parece, ahora sí, definitivamente agotada. La falta de explicaciones convincentes sobre las situaciones adversas que está atravesando la entidad ha provocado que tanto Chen Yansheng como su hombre en Barcelona, Mao Ye, estén permanentemente en el punto de mira de los pericos, cansados de que la gestión del club se aleje cada vez más de sus inquietudes y preocupaciones.

El descontento con los gestores del club ha crecido exponencialmente en los últimos años. La llegada de Chen Yansheng al club en 2016 prometía un cambio de aires para la entidad, con mejoras a todos los niveles, pero poco a poco, esas promesas se han visto empañadas por decisiones cuestionables y una alarmante falta de inversión en áreas clave, especialmente en la deportiva. El club está muy lejos de dar ese salto de calidad prometido por Rastar -causa entre risa y pena recordar cómo el empresario chino prometió colocar al equipo en Champions en sólo tres años-, y como consecuencia muchos de los seguidores blanquiazules se sienten legítimamente traicionados.

El otro gran objetivo de las críticas es el director ejecutivo Mao Ye, la mano derecha de Chen Yansheng. Declaraciones fuera de lugar y su desconexión con la realidad han dado más leña a la sensación de que el club se manejaba desde lejos. Las decisiones tomadas, la mayoría de las veces sin el respaldo del entorno blanquiazul, se perciben como una especie de imposición para favorecer intereses ajenos al club.
La venta, única esperanza de cambio
La venta de la entidad, tan deseada por muchos, es la única esperanza que está ahora misma en la mente de la afición del Espanyol. Efectivamente, este cambio de propietario es considerado por la masa social como la única forma de poder producirse un cambio y pueda volver el club a la élite del fútbol español. Se ponen muchas esperanzas en que las negociaciones sobre la posible venta salgan adelante más pronto que tarde, pero siempre existe el temor de que cualquier iniciativa pueda ser torpedeada por los hombres de Chen en Barcelona, temerosos de perder el estatus actual. En cualquier caso la situación exige un cambio de propietario, pero también un giro total en la gestión para recuperar el ideario de los valores que han marcado al RCDE a lo largo de la historia.

¿Qué le deparará el 2025 al Espanyol?
El año 2024 ha sido reflejo de los tiempos convulsos que rodean al RCDE. Día a día, los pericos van viendo cómo la entidad se aleja cada vez más de los valores que representó a lo largo de su historia, mientras los directivos parecen poner su interés en asuntos que poco les preocupan. Ante este escenario, la posibilidad de que Chen Yansheng y Mao Ye abandonen el club ha generado una ola de esperanza. Mientras llega ese tan ansiado momento, el Espanyol sigue sorteando uno de los momentos más críticos de su historia, al tiempo que los aficionados blanquiazules, pese al cansancio, esperan con ilusión que ocurran esos cambios.
