El RCD Espanyol cerró la primera vuelta de LaLiga con un empate muy decepcionante y totalmente insuficiente frente al CD Leganés, resultado que deja al equipo en una situación crítica. Con solo 16 puntos en 19 jornadas, los blanquiazules proyectan un total de 32 puntos al final de la temporada; una cifra que, si las cosas no cambian radicalmente, condenaría irremisiblemente al equipo a Segunda división. Se volvieron a evidenciar durante el partido frente al Leganés los problemas que han acompañado a los blanquiazules durante toda la campaña, con serios problemas en ambas áreas. Una vez más, el equipo de Manolo González, tras ponerse delante en el marcador, fue incapaz de aguantar el resultado; un dato demoledor volvió a repetirse, y es que el Espanyol solo supo conservar un breve margen de tiempo su ventaja, prolongando una estadística que evidencia la falta de solidez defensiva y la endeble mentalidad del grupo: la media de minutos en que el equipo logra mantener esa ventaja cuando se adelanta en el marcador es de sólo siete minutos.

Una racha alarmante
Los números recientes son devastadores: el Espanyol ha sumado solo 6 de los últimos 33 puntos en juego. La dinámica negativa y la falta de contundencia en las áreas, especialmente en ataque, han dejado al equipo sumido en una crisis profunda. Ni el trabajo del técnico Manolo González, a quien se reconoce el esfuerzo con una plantilla de calidad limitada, ha sido suficiente para revertir la situación.

La afición comienza a cuestionar seriamente la continuidad del entrenador, pero también surge una clave incógnita: ¿puede otro técnico sacar mayor rendimiento de un grupo tan frágil en lo anímico y con recursos futbolísticos tan escasos? Lo cierto es que el balance de la mayoría de fichajes es muy negativo, ya que pese a que pueden rescatarse cosas de hombres como Kembulla y Kral, los hombres de ataque que fichó un Fran Garagarza maniatado por la falta de recursos económicos están siendo un absoluto fiasco, con una aportación goleadora simplemente anecdótica. Sea como sea, decisión del club es que Manolo siga en el banquillo blanquiazul, con lo que tendrá una nueva oportunidad de revertir esta delicada situación.
El mercado de invierno, ¿última esperanza?
El espanyolismo mira desesperado al mercado invernal como la única tabla de salvación para un equipo que necesita refuerzos urgentes en todas las líneas. Sin embargo, pese a existir, como explicamos hoy en el portal. los limitados recursos económicos del club dificultan la posibilidad de realizar fichajes que cambien radicalmente el panorama. A estas alturas, el objetivo de la permanencia parece más una quimera que una meta alcanzable; salvo que se produzca un giro brusco en la dinámica del equipo, el Espanyol corre el riesgo de afrontar uno de los finales más amargos de los últimos tiempos.

El futuro del equipo dependerá del próximo tramo de competición
La afición, cada vez más desencantada, pide respuestas tanto en el banquillo como desde los despachos. Pero el tiempo apremia, y el Espanyol no puede darse el lujo de seguir desperdiciando opciones en una temporada en la que está en juego la supervivencia en Primera división.
