El Espanyol juega este viernes una nueva “final” en su lucha por la permanencia, y lo hace con un inquietante dato en contra: su mal rendimiento en viernes. Los blanquiazules no han conseguido ganar ninguno de sus últimos cinco encuentros en casa disputados este día en LaLiga, acumulando dos empates y tres derrotas; también es altamente preocupante que no han logrado marcar en los últimos tres. Tampoco su rival en este partido es especialmente temible cuando ha de vestir de corto los viernes, ya que el Real Valladolid ha conseguido tan solo una victoria en sus últimos 17 desplazamientos fuera de casa en este día de la semana en LaLiga –un 2-3 ante el Alavés en octubre del pasado 2024-, con 8 empates y 8 derrotas. Sin embargo, los precedentes recientes entre ambos equipos no invitan al optimismo para los pericos.
El Espanyol ha perdido cuatro de sus últimos cinco enfrentamientos con el Valladolid en LaLiga, un balance que iguala el número de derrotas cosechadas en sus anteriores 20 duelos en la máxima categoría (8 victorias, 8 empates y 4 derrotas). Además, los pucelanos han vencido en sus dos últimos partidos ante los pericos, lo que los deja a sólo un paso de lograr 3 triunfos consecutivos contra el RCDE, algo que no ocurre desde un muy remoto en el tiempo año 1963.
A pesar de todo, el RCDE Stadium sigue siendo un bastión complicado para el Valladolid. El Espanyol ha ganado tres de sus últimos seis partidos en casa contra los blanquivioleta (2 empates y 1 derrota), aunque esta efectividad palidece en comparación con las cinco victorias logradas en sus anteriores seis duelos como local.
Este viernes será una nueva prueba para un equipo que necesita romper no solo con su maldición de los viernes, sino con una racha que lo ha colocado al borde del abismo. Manolo González y sus pupilos tendrán que apelar al orgullo y a la presión del RCDE Stadium para revertir la tendencia y sumar tres puntos cruciales en su camino hacia la permanencia siendo conscientes además de que las grandes gestas no entienden de días de la semana.