El RCD Espanyol sigue su tortuoso camino para mantener su puesto en LaLiga, un trayecto lleno de obstáculos y peligros que requiere trabajo y constancia pero que empieza a ofrecer algunos destellos de esperanza mezclados con otros aspectos que llegaríamos a tildar de exasperantes. El empate ante el Sevilla 1-1 sensaciones encontradas: por un lado, el equipo de Manolo González sigue invicto en este 2025, acumulando cinco puntos de nueve posibles, pero, por otro, persiste la gran asignatura pendiente de no haber ganado fuera de casa en toda la temporada.
La dinámica reciente invita como decimos a un moderado optimismo. En la primera vuelta, los rivales que se enfrentaron a los pericos en este inicio de año —Leganés, Valladolid y Sevilla— habían sido verdugos de los blanquiazules, dejándoles sin botín. Ahora, el Espanyol logró mejorar esos registros, marcando además primero en los tres partidos. Cabrera abrió el marcador contra el Leganés, Puado lo hizo propio ante el Valladolid, y Kumbulla adelantó al equipo frente al Sevilla. Este cambio de actitud supone un soplo de aire fresco, aunque insuficiente por sí solo para salir del descenso, donde los blanquiazules aún permanecen.

Una estadística preocupante a domicilio
Si bien el punto en el Sánchez Pizjuán es valioso, sobre todo por la manera en la que llegó, la falta de victorias como visitante empieza a pesar como una pérdida. Con dos empates y ocho derrotas en diez salidas, el Espanyol aún no sabe lo que es ganar lejos de casa. Datos como el compartido en redes por Arnau Planas, que recuerda que los pericos no iniciaban una Liga con semejante sequía fuera desde la temporada 1988-89, hacen saltar todas las alarmas. En aquella ocasión, el equipo descendió tras encadenar 13 partidos sin ganar uno a domicilio.
El Real Madrid, próximo desafío
El desafío inmediato no podría ser mayor. El próximo sábado, el Espanyol recibirá al Real Madrid en el RCDE Stadium. El líder de LaLiga será una prueba de fuego para los de Manolo González, que intentarán mantener su condición de invictos en el año y convertir en excelente el punto obtenido ante el Sevilla. Además, cada punto en casa será crucial para mantenerse con vida en la lucha por la salvación, aunque con lo que se obtenga en casa visto el nivel de los rivales no dará para lograr el objetivo, y tocará sí o sí comenzar a sumar triunfos a domicilio.

El calendario no da tregua. A los pericos les queda recibir a equipos como el Madrid, Athletic, Girona, Atlético de Madrid, Betis y FC Barcelona, además de duelos directos contra rivales como Getafe y Las Palmas. Por otro lado, los partidos fuera de casa tampoco serán fáciles, ya que el Espanyol jugará en los campos de Real Sociedad, Alavés, Villarreal, Mallorca, Rayo, Celta de Vigo, Valencia, Leganés y Osasuna, donde deberán buscar los puntos que se les niegan a domicilio.
Un equilibrio entre esperanza y realidad
El Espanyol está ahora mismo en una encrucijada. Si bien el equipo muestra señales de mejoría en lo que llevamos de año, el margen de error es mínimo y necesita dar aún un paso más adelante. Lograr entre 39 y 40 puntos, cifra que podría garantizar la permanencia según algunas proyecciones, implica sumar regularmente tanto en casa como fuera, y a poder ser de 3. En este sentido la victoria sigue siendo la gran asignatura pendiente, especialmente lejos del RCDE Stadium.
A pesar de las dificultades, hay motivos para seguir manteniendo la fe. Manolo González parece haber dado con un equipo más competitivo, que pelea cada partido y que, al menos en lo que va del año, se muestra algo más sólido.
