El 2025 ha traído un aire renovado al Espanyol, que ha conseguido una victoria de prestigio ante el Real Madrid, un triunfo que significa mucho más que tres puntos. En plena lucha por la permanencia, los de Manolo González han dado un golpe sobre la mesa ante el líder de la competición, un resultado que refuerza tanto en lo anímico como en lo clasificatorio: por primera vez en muchas jornadas, los pericos están fuera de la zona de descenso.

El Espanyol no conoce la derrota en lo que llevamos de 2025
El cambio que ha experimentado el equipo en este inicio de año es incuestionable. Aún no conoce la derrota en 2025 y eso se ha traducido en una mejora tangible en la tabla. No solo por la posición, que también, sino por la cantidad de puntos cosechados. A modo de ejemplo, si en la primera vuelta el Espanyol cayó ante Valladolid, Real Madrid y Sevilla, sin sumar ni un solo punto, en esta segunda ha logrado siete de nueve posibles: victorias contra pucelanos y merengues y un empate en el Sánchez Pizjuán. Un giro de guión que refleja el nuevo espíritu competitivo del equipo.

Fichajes que esta vez sí aportan
El Espanyol ha encontrado por fin esa solidez defensiva que tanto había anhelado. Si en Sevilla resistió las acometidas del rival, contra el Real Madrid volvió a mostrar su fortaleza atrás. Joan García atraviesa un momento excepcional y los refuerzos invernales han encajado a la perfección. Más allá de Pablo Ramón, que sigue recuperándose de su lesión, tanto Urko como Roberto han demostrado ser futbolistas de rendimiento inmediato. Ambos fueron titulares en el RCDE Stadium y ya habían tenido protagonismo en el duelo contra el Sevilla; además, Roberto dio los 3 puntos ante el Valladolid, el día de su estreno. Esta vez parece que la dirección deportiva ha dado en la diana.

El mérito de esta rápida adaptación también recae en Manolo González, que no ha dudado en apostar desde el primer día por los fichajes. A pesar de las dudas iniciales, su confianza en Urko y Roberto ha sido clave para que ambos jugadores respondieran con creces en el terreno de juego. Su impacto ha sido inmediato, ayudando a reforzar un equipo que necesitaba nuevas energías.
Aún con la posibilidad de que el club pueda realizar alguna incorporación más –aunque no será fácil–, lo cierto es que el Espanyol ha dado un paso adelante en esta segunda mitad de la temporada. La dinámica es positiva, la confianza ha crecido y la permanencia, que parecía una quimera hace apenas unas semanas, ahora se ve como un objetivo alcanzable. 2025 ha comenzado con otra cara para los blanquiazules.
