El ruido mediático generado por el Real Madrid tras su derrota ante el Espanyol el pasado sábado ha derivado en una campaña absurda y sin fundamento, que ahora pretende sembrar sombras de sospecha sobre la relación comercial del club perico con EricSports, la empresa que almacena los audios del VAR desde 2018. Una estrategia que roza el ridículo y que busca construir una narrativa victimista en la que el club blanco es, una vez más, el gran perjudicado por el estamento arbitral. Así lo explica el medio afín a la causa madridista, OK Diario, que no ha dudado en señalar al Espanyol como un supuesto beneficiado de las decisiones arbitrales.
Como es sabido, el Real Madrid piensa acudir a la Justicia para obtener los audios de la conversación entre Muñiz Ruiz y el VAR, encabezado por Iglesias Villanueva, en la jugada en la que consideran que Carlos Romero, posteriormente autor del gol del triunfo blanquiazul, debió ser expulsado por su entrada sobre Kylian Mbappé en el minuto 61. En su habitual histeria mediática, el club presidido por Florentino Pérez ha lanzado una ofensiva en la que ha señalado directamente a la RFEF y al Comité Técnico de Árbitros por no entregarles los audios en cuestión. Pero lo verdaderamente grotesco llega cuando el argumento empieza a girar en torno a la relación contractual entre el Espanyol y EricSports, insinuando que el club perico podría haber influido en los arbitrajes.
¿El Espanyol beneficiado por el arbitraje? La simple afirmación resulta ofensiva para cualquier aficionado blanquiazul con memoria. Porque si hay un equipo que ha sufrido el maltrato sistemático de los árbitros en los últimos años, ese es el Espanyol. Sin ir más lejos, hace dos cursos la entidad perica descendió en una temporada plagada de escándalos arbitrales en su contra. Pero ahora, porque el Espanyol ganó con un gol de Carlos Romero, ciertos sectores madridistas quieren hacer creer que hay una trama en la sombra que favorece a los pericos. Es el enésimo intento de victimización del club blanco, una táctica habitual cuando los resultados no acompañan.
Hay que dejar claro que EricSports trabaja con multitud de clubes y entidades deportivas, incluida la propia RFEF, y la empresa es un proveedor de almacenamiento de datos, sin responsabilidad en las decisiones arbitrales. Pero la actual deriva del Madrid no conoce límites, y en su fiebre por encontrar una trama oculta que explique una derrota que no entraba en sus planes, han situado al Espanyol en el centro de un escándalo artificial. Y por si fuera poco, más evidente que nunca es el doble rasero de ciertos sectores mediáticos. Porque cuando el Real Madrid se beneficia de decisiones arbitrales cuestionables, todo es una cuestión de “errores humanos”, pero en el momento en que los árbitros no dan una decisión a su favor, se pone en marcha toda la maquinaria para exigir explicaciones y sembrar dudas sobre la integridad del sistema. Ese es un patrón claro de este circo mediático: cada vez que el Real Madrid tropieza, alguien tiene que pagar por los platos rotos. Y esta vez ha pillado de por medio al Espanyol, víctima colateral de su estrategia de intoxicación.
Lo cierto es que, más allá del ruido, el fútbol sigue su curso. El Espanyol ganó con justicia y seguirá luchando por sus propios objetivos, al margen de estas teorías de la conspiración que buscan convertir en mártir a uno de los clubes más poderosos de España, que lejos de hacer autocrítica, seguirá escarbando en su arsenal mediático para seguir con su habitual táctica de presión arbitral.
