Este lunes, en Llobregat BiB, Ángel Gómez analizaba la situación actual del Espanyol, valorando los fichajes, la estructura de la plantilla, su relación con la entidad tras su salida y también se pronunciaba por la figura del DD Fran Garagarza. En enero de 2016, Gómez asumió un papel clave en plena reestructuración del club tras la llegada de Chen Yansheng a la presidencia. Su primera gran tarea como secretario técnico fue asegurar la permanencia en LaLiga, un objetivo que consiguió con Constantin Galca al frente del equipo. Su labor le llevó a ser promovido a director deportivo tras la salida de Òscar Perarnau, firmando contrato hasta junio de 2019.
Durante la temporada 2016-17, Gómez trabajó codo a codo con Quique Sánchez Flores y el consejero delegado Ramon Robert para confeccionar una plantilla competitiva. Sin embargo, su etapa en el cargo fue breve y llena de dificultades. En diciembre de 2016, fue destituido y reemplazado por Jordi Lardín. Con el paso del tiempo, el ex director deportivo ha definido aquel periodo como una experiencia agridulce, asegurando que no pudo disfrutar ni del puesto ni del club.
Sobre las incorporaciones de Roberto y Urko, Gómez reconocía en el espacio de Ràdio Despí que conduce José Antonio Meca que en un principio le parecieron apuestas arriesgadas por su falta de experiencia, pero destaca el impacto positivo que han tenido en el equipo. “De momento me dejan buenas sensaciones. Al principio lo encontré bastante arriesgado por su falta de experiencia, pero Roberto entró con buen pie y creo que Urko va a aportar. Me parece muy acertado dentro de las posibilidades del club a nivel económico. Van a sumar. Roberto trabaja, genera cosas, es un jugador que aporta y conecta con la gente, con el aficionado, que ha entendido rápidamente lo que es el club y va a aportar. A nivel de goles, el equipo no genera mucho, y para los delanteros es difícil, aunque considero que sumará en trabajo y movilidad arriba”.
Una plantilla la del Espanyol que da para lo que da
Preguntado sobre si la plantilla está bien confeccionada, el ex director deportivo considera que el equipo cuenta con los jugadores suficientes en cada posición, aunque su nivel es justo para competir en la categoría. “La plantilla es equilibrada en número de futbolistas en posiciones. En los extremos se está reubicando a jugadores, pero hay dos hombres atrás. De centrales, el Espanyol en número está cubierto; en laterales, también. La portería es muy buena. En número de efectivos es equilibrada. En nivel, queda claro que es para competir donde está. Esa es la realidad: equilibrada, pero el nivel no da para mucho más de lo que estamos viendo”.
Añoranza por un Espanyol que ha cambiado
En cuanto a su vínculo con la actual directiva perica, Gómez afirma que su relación es inexistente. “Desde que salí, con los directores deportivos hubo el protocolo protocolario. Con Garagarza no, no hubo ningún tipo de contacto. Con la directiva, nada. Hablo con Willy Calzón y con el míster. Cuando el tema estuvo mal intenté estar a su lado con algún mensaje porque es una buena persona y un buen profesional, y merece que las cosas le salgan bien”.
Respecto a la evolución del club tras su marcha, Gómez ha tratado de mantenerse al margen, aunque lamenta la pérdida de figuras clave dentro de la entidad. “He intentado por salud mental desconectar, pero hemos perdido mucha gente que tenía peso en el club. No sé cómo funcionan a nivel interno. Sé cómo vivíamos en mi etapa el espanyolismo a nivel deportivo y era un nivel alto a nivel de pertenencia, algo importante porque te llevas el trabajo a casa y hay el añadido de que es tu gente. Desconozco quién está ahora a cargo del fútbol base o el internacional. Espero y creo que está en buenas manos”.
A nivel profesional, su paso por el Espanyol le ha ayudado a crecer, aunque le quedó la espina clavada de no poder desarrollar su proyecto. “He tenido la suerte de poder vivir por y para el fútbol. Cuando me tocó ser director deportivo intenté dar el máximo y luego no me ha faltado trabajo. Me ha favorecido. Me hubiese gustado estar muchos años como director deportivo y llevar a cabo el proyecto que tenía en la cabeza, pero no pudo ser. Ahora llevo cuatro años en el Inter de Miami, donde me tratan muy bien y hago una función que me gusta”.
Sobre su salida del club, admite que sigue siendo un tema doloroso. “Es un dolor mezclado con rabia e impotencia. Sabes que te va a pasar, pero no estás preparado para ello, sobre todo cuando lo peor había pasado. Tras un verano difícil, con muchas operaciones, y cuando mejor estábamos, en una buena posición en la tabla, me tocó salir. Te toca salir enrabietado con lo que consideras una injusticia, pero es una lección de vida. No guardo rencor al Espanyol, que es mi club. La vida ya les colocará donde les tenga que colocar. No seré yo”.
Acerca de un posible regreso al club, deja la puerta abierta: “Maduras y te das cuenta de que no vale la pena cerrar puertas. Si dijese que no volvería, mentiría. Si hubiese la oportunidad, aprendiendo lo que se hizo mal, volvería. No cierro las puertas a nada, pero soy respetuoso con los profesionales que hay. Hay un director deportivo que intenta hacer las cosas bien y ojalá lo consiga, para no tener que cambiar”.
La figura de Fran Garagarza
Finalmente, opina sobre la figura de Garagarza, actual director deportivo del Espanyol, y la necesidad de una mayor cercanía con la afición. “No le daría consejos. Cuando estuvo en el Eibar, yo era segundo de Perarnau, pero no llegué a hablar con él. Traté con Sergio Fernández. A veces he intentado algún acercamiento para sentir mi apoyo, pero no he logrado hablar con él. Tiene mucha experiencia y sabrá lo que estará haciendo, pero al espanyolismo, al Espanyol, y es un mensaje para Garagarza y el club en general, lo recuerdo con otros ojos. Se podían ver los entrenos, había un sentimiento muy familiar. El espanyolismo necesita gente cercana que hable, que comunique las cosas como son. No hace falta mentir. En un momento tan fastidiado, la gente tiene ganas de tener referentes, y de momento el único que da la cara es Manolo González. Habría que ayudarlo un poco y no hacerle tantas preguntas a nivel de fichaje o club porque ha de entrenar y ya está. Garagarza debería acercarse a la gente y humanizarse. Que la gente sepa que está ahí y pudiera escucharle en más ocasiones”.