En el mundo del fútbol, acertar en el mercado de fichajes no es precisamente una ciencia exacta, algo que ha experimentado el Espanyol este año en sus carnes. Así, mientras algunas de las apuestas del pasado verano han sido absolutamente fallidas -destacan casos como los de Ünüvar y Cardona, que salieron de la entidad sin dejar rastro con sus aportaciones, junto a los de Cheddira y Veliz, que siguen en nómina pero siguen sin justificar el porqué de sus incorporaciones-, los cambios realizados en la ventana de invierno han sido un soplo de aire fresco y una inyección de calidad para el equipo de Manolo González. En un entorno complicado para los pericos, con una producción ofensiva restringida y falta de contundencia en muchas fases del juego, esos refuerzos están ejerciendo una fuerte influencia en la transformación del equipo.

Roberto Fernández, una inyección de oxígeno para el ataque del Espanyol
Uno de los nombres propios en esta mejoría es, sin duda, Roberto Fernández. En apenas cinco partidos, el delantero ha logrado dos goles, igualando el registro conjunto de Veliz y Cheddira, quienes, pese a estar en nómina desde verano, solo han firmado dos dianas entre ambos -un tanto en 20 encuentros en el caso del argentino, y una diana y otra asistencia en 17 apariciones para el segundo-.

Su capacidad para fabricarse ocasiones y convertirlas ha supuesto una inyección de oxígeno para el Espanyol, que necesitaba con urgencia un jugador capaz de marcar diferencias en ataque.Además, la llegada de Roberto ha calado hondo en la afición perica, que ha visto en su estilo de juego reminiscencias de otros delanteros que hicieron historia en el club. Su gol ante el Athletic Club es un claro ejemplo de ello: oportunismo, instinto y una definición marca de la casa, como el mejor Raúl Tamudo.

La dirección deportiva, que tantas críticas merece por otras elecciones fallidas, también debe recibir un reconocimiento por haber apostado con acierto por Roberto, adelantándose a otros candidatos para hacerse con sus servicios y asegurándose así un perfil que encaja con las necesidades y la idiosincrasia del Espanyol.
Urko, un aporte en solidez y criterio en el centro del campo
Pero el acierto invernal no se ha limitado solo al ataque. En el centro del campo, la irrupción de Urko González de Zárate ha sido otro factor clave en la mejora del equipo en las últimas jornadas, ya que su presencia ha permitido al Espanyol ganar solidez y controlar mejor los partidos. Si bien existían dudas sobre su rendimiento en Primera, ya que desde Donosti se apuntaba que cuando había tenido minutos se había visto superado por una responsabilidad que derivaba en fallos con un impacto negativo para su equipo, el futbolista vasco ha demostrado que su perfil es ideal para la propuesta de Manolo González: con su calma y buena toma de decisiones, ha mejorado la salida del equipo y ha aportado equilibrio en la medular, algo que era muy necesario.

Urko se ha beneficiado de un Espanyol que últimamente juega muy junto, que avanza en bloque de campo propio al rival, y con su capacidad para ganar duelos ha reforzado la competitividad del equipo. Con él en el campo, el Espanyol se ha mostrado más sólido y difícil de superar. En este sentido, el cuerpo técnico, clave en esta apuesta, merece crédito por haber identificado su potencial y darle confianza en un momento en el que el equipo necesitaba estabilidad.

La importancia de hacer un buen mercado de invierno
Aciertos como los de Roberto y Urko reflejan la importancia de firmar un buen mercado de invierno. En una temporada muy complicada y totalmente condicionada por la falta de medios económicos, algo a lo que hay que responsabilizar a Chen Yansheng y Rastar, los refuerzos llegados en enero están dando de momento ese plus que el Espanyol necesitaba para subir un escalón a nivel competitivo. Ahora hay que confiar en que ni el andaluz ni el vasco levanten el pie del acelerador, y sigan contribuyendo a lograr los objetivos del equipo en la fase decisiva del campeonato.
