Joan García está firmando una temporada de escándalo en el Espanyol. Un muro bajo palos, el meta blanquiazul ha recibido sólo ocho goles en las últimas diez jornadas, un dato sobresaliente para un equipo que lucha por la permanencia. Su rendimiento lo ha llevado a ser el cuarto portero con más paradas de las cinco grandes ligas europeas, con 93 intervenciones, solo por detrás de Mark Flekken (Brentford, 111), Vanja Milinkovic-Savic (Torino, 98) y Yahia Fofana (Angers, 94), y el primero de los españoles, superando incluso a Sergio Herrera (Osasuna, 88), como destaca As.

Su candidatura a la Selección española cobra fuerza, lo que podría traducirse en un aumento de su cláusula de rescisión en cinco millones de euros. Si el Espanyol se mantiene en Primera, su cláusula es de 25 millones, pero al vestir la elástica nacional ascendería a 30. En caso de un descenso -escenario que el espanyolismo se resiste a contemplar-, el precio de partida sería de 15. Y a las puertas de un verano movido, la realidad es que Joan García tiene muchos pretendientes, especialmente en la Premier League. El Arsenal ya mostró su interés el pasado verano, con una oferta de 20 millones entre fijos y variables que el Espanyol rechazó. Pero posiblemente no estará solo en la puja. Media Europa vigila al canterano perico.

En este contexto, en los últimos días ha aparecido en escena el inevitable runrún del Barça. Un nombre que, conociendo los antecedentes, siempre genera escepticismo en Cornellà-El Prat. ¿Es un interés real o simplemente un intento de enredar? La SER abrió la veda hace un par de días con la existencia de informes favorables sobre Joan, aunque matizó que el club azulgrana cuenta con Ter Stegen y Szczesny. Sin embargo, Mundo Deportivo deja entrever que la situación podría cambiar.

Según este medio, el Barça sabe que tarde o temprano deberá tomar una decisión en la portería. Ter Stegen podría estar recuperado en mayo o junio, Iñaki Peña tiene contrato hasta 2025 y Szczesny podría renovar otro año. Pero el escenario es incierto. Peña ha perdido la titularidad y moralmente está tocado, mientras que Szczesny, con 34 años, no es una apuesta de futuro. En este contexto, el club culé ha trazado el perfil de su portero ideal: joven, con talento, altura superior a 1,90 metros y sin necesidad de ser un virtuoso con los pies. Un retrato que encaja con el de Joan García (1,91 metros). Mundo Deportivo insiste en que el portero del Espanyol es uno de los nombres monitorizados con regularidad por el club azulgrana, junto a Diogo Costa (Porto), Verbruggen (Brighton) y Backhaus (Werder Bremen).

En clave perica, el futuro de Joan está cada vez más lejos de Cornellà. Su nivel le está “condenando” a una venta en verano, algo que el propio Espanyol no escode. El Arsenal volvió a la carga en agosto, pero su oferta de 20 millones no convenció. El club perico exigía los 30 de su cláusula de rescisión, que se eleva a 35 si es internacional. “¿Cláusula o nada? No. En el mercado de verano, con la llamada del Arsenal la última semana, ahí sí que tiene que ser eso. Pero si te llega una oferta a 14 de junio que no es la cláusula pero se aproxima en fijos y variables, el Espanyol no va a decir que no. No puede decir que no. Si un club viene con ocho millones por Joan García, eso sí que es una mala venta”, aclaró recientemente Fran Garagarza, director deportivo del Espanyol.

En el espanyolismo hay un deseo ante una venta que se albira inevitable: si Joan García se va, que sea a un destino que valore su calidad y su proyección. No a un club que busque enredar o jugar al despiste. Y menos a según cuál.
