El presente y también el futuro de Brian Oliván en el Espanyol son, cuanto menos, inciertos. Desde que se cerró el mercado invernal, el lateral izquierdo se ha esfumado de las alineaciones de Manolo González, quedando relegado a un papel secundario que choca con su estatus de titular indiscutible en la primera mitad de la presente temporada. Una situación que no deja de generar preguntas, sobre todo porque su contrato expira el 30 de junio, aunque cuenta con una cláusula de renovación automática si alcanza los 20 partidos disputados con un mínimo de 45 minutos en cada uno. Actualmente, suma 13, o lo que es lo mismo, debería jugar siete más para cumplir las condiciones requeridas para seguir un año más como miembro de la primera plantilla del RCDE.
La gran duda radica en si esta situación es una decisión unilateral del club, como consecuencia de no contar con él en su proyecto futuro, o si el propio jugador está conforme con su actual rol porque tiene otros planes profesionales en mente.
Un episodio que dejó en evidencia la falta de confianza o, si es un hecho premeditado, que no entra en los planes de futuro de la entidad tuvo lugar el lunes en Vila-real. Pese a que parecía haber sido una opción lógica, el Espanyol prefirió asumir el coste económico que suponía pagar la penalización por la cláusula del miedo impuesta sobre Carlos Romero antes que alinearlo y que así pudiera restar un partido más a la lista. Aunque el encuentro finalmente no se disputó al ser aplazado por las condiciones climatológicas, la alineación inicial ya se había hecho oficial minutos antes y reflejaba la actual jerarquía en el lateral izquierdo: Romero titular, Oliván suplente.
A falta de 13 jornadas para el final de LaLiga, el lateral aún tiene margen para alcanzar la cifra mágica de 20 encuentros y asegurarse su continuidad hasta 2026, pero todo indica que no lo tendrá fácil. Su ausencia comenzó tras el empate ante el Sevilla el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, donde Oliván sufrió una lesión que generó preocupación dado que hasta ese momento, estaba siendo un hombre importante en los esquemas de Manolo González.

Aunque solo se perdió dos partidos por esa dolencia, desde entonces Brian Oliván no ha vuelto a vestirse de corto para jugar, lo que dadas las circunstancias ha generado todo tipo de especulaciones sobre el motivo de tal ausencia.
En medio de toda esta incertidumbre, el lateral se ha pronunciado en una charla en el programa de Javier de Haro en Twitch: allí ha hablado sobre su situación actual y cómo se enfrenta a este momento tan crucial para su carrera. Repasando su trayectoria en el Espanyol, deja claro que se siente un futbolista más completo que cuando llegó y que su compromiso con el club es total. También ha hablado de su competencia con Carlos Romero y la difícil situación institucional que vive la entidad.
“Soy mejor jugador que el primer año”
Oliván defiende que ha crecido como futbolista desde su llegada al club: “La gente marca el rendimiento por números y no es así, soy mejor jugador que el primer año. Son números. Creo que he evolucionado como jugador y no creo que haya un Brian diferente, sino uno que evoluciona y mejora como jugador”.
Sobre su primer año en el Espanyol, cuando fue indiscutible, recuerda: “Cuando llegué, Diego Martínez me dio mucha confianza, y tras la lesión con Luis García estuve a buen nivel, pero no conseguimos el objetivo marcado, el fútbol es así, da muchas vueltas”.
La etapa con Diego Martínez y el descenso
El lateral no esconde que la destitución de Diego Martínez le afectó: “Es un entrenador que tenía una forma de trabajar particular, pero te exprimía al máximo, me apretaba pero le estoy agradecido, el fin de semana jugaba. Sacó mi mejor rendimiento, los jugadores necesitan esa confianza y con él la tuve. Espero que le vaya bien donde vaya, para mí es muy buen entrenador. De todos se aprende algo y aprendes cosas nuevas, pero él me dio mucha confianza y saqué mi mejor versión en cuanto a números. Gracias al paso de cada entrenador el jugador mejora su papel como futbolista”.
Sobre su destitución, admite que le sorprendió, pero prefiere centrarse en el presente: “Sí, pero es un tema que no me corresponde a mí, bastante teníamos con sacar la cosa adelante como para juzgar el trabajo de otra gente. Nosotros estábamos contentos, como equipo pasas por momentos peores o mejores, pero en los peores es cuanto más has de estar juntos. Ahora me importa el presente, hablar ahora del pasado…”.
El descenso a Segunda fue un golpe duro por las circunstancias en que se dio, pero no evita la autocrítica: “Soy lo más sincero que puedo: no teníamos que haber llegado a ese punto, teníamos que haber sacado antes las castañas del fuego. Si hubiéramos solventado antes la papeleta no hubiéramos tenido ese problema. Luchamos por el descenso en los últimos partidos, y cuando pasa puede ser que te salga bien o mal, lo ideal habría sido llegar a los últimos partidos como con el año de Vicente Moreno”.
El mercado de verano y su continuidad
Sobre si pensó en marcharse tras el descenso, Brian Oliván reconoce que tuvo opciones: “Tuve unas ofertas, las trasladamos al director deportivo y decidió que se escuchaban pero no se hacían efectivas. Yo me quedé con todo el compromiso que siempre he demostrado en mi carrera deportiva. ¿Si estaba bien? Cuando tienes ofertas de equipos de Primera… vine aquí porque pensaba que era un paso adelante en mi carrera, y las cosas no salieron. El club decidió que no salía y lo acepto. Siempre he sido profesional y nadie ha puesto en duda eso, me centré en jugar en Segunda y volver a Primera con el Espanyol”.
Competencia, momento del equipo y Manolo González
El lateral valora positivamente la competencia con Carlos Romero: “Es sana, siempre saca la mejor versión. No pude hacer la pretemporada con el primer equipo, y hasta la jornada del Celta no cogí la regularidad que necesitaba, encadené 7 partidos jugando, estaba en buen momento, tuve la microrrotura, estuve fuera dos partidos y entró Carlos, lo ha hecho bien. He de esperar mi momento y ser lo más profesional posible, cuando me la den aprovecharla y jugar el máximo de partidos posible”.
Oliván reconoce que nadie del club le avisó de la decisión de pagar para que Romero jugase en Villarreal: “No me dijeron nada y no me incumbe, mi oficio es entrenar y representarlo lo mejor posible, lo que pase fuera del campo no depende de mí. Son decisiones que se toman desde arriba y toca acatarlas. A seguir trabajando y cuando me llegue mi momento, aprovecharlo”
También habla del buen momento del equipo: “Estamos en un momento bueno desde hace unos meses. Comencé a jugar contra el Celta, hicimos una buena dinámica y el equipo sigue, hemos salido del descenso aunque no estamos lejos de esa zona”.
Y sobre Manolo González, indica que “a principio de temporada jugábamos a otra cosa. Ahora hemos cambiado un poco la manera de jugar y nos están yendo bien las cosas, quedan 13 partidos y esto es muy largo, nos hemos de apoyar los unos en los otros”.
Futuro y compromiso con el Espanyol
Su contrato finaliza este año y aún no hay novedades: “Lo llevo con mucha tranquilidad si soy sincero. Tengo una cláusula, a día de hoy no hemos tenido contacto pero bueno, lo llevo de manera natural, no sé ni cuántos partidos me quedan, pienso en disfrutar en el equipo de mi ciudad, estoy contento de estar aquí. Pensar en cosas externas como no dependen de uno mismo hacen más daño que beneficio. Pienso en disfrutar el máximo el tiempo que esté aquí”.
Se sincera sobre lo que significa jugar en el Espanyol: “Voy a hablar con la mano en el corazón: estuve mucho tiempo lejos, tenía muchas ganas de venir al club, me han podido salir mejor o peor las cosas pero he intentado dar el máximo siempre que he vestido la camiseta, intento valorar todos los días y aprovechar los partidos que juegue hasta el final. ¿Si suena a despedida? Estaría encantado de seguir muchos años aquí, de retirarme en el Espanyol con el club en Primera. Y hacer crecer el club para que sea el que fue, ahora mismo no estamos en una situación buena como institución. No sé qué va a pasar, intento disfrutar de estar aquí. Si me quedo bien será, si no, habrá que buscar en otro lado. Si no llego a los partidos no tengo ninguna opción, y a día de hoy no ha habido contacto de renovación ni nada”.
El Espanyol, un club en crisis
El lateral hace una reflexión sobre la situación del club: “Lamentablemente, yo recuerdo cuando había derbis Barça – Espanyol, ganar la Copa del Rey, estamos hablando de un club histórico a nivel nacional, da pena. ¿Por qué estamos así? No sabría decir… No lo sé, será encadenar muchas circunstancias, estoy estudiando un máster de gestión deportiva, y lo hago para poderme dedicar a esto porque me gusta, pero no soy conocedor de qué ha pasado, no me quiero meter en la gestión porque ni me incumbe y ni sé las circunstancias. Antes el Espanyol era un club que era impensable que bajase a Segunda, y en los últimos cinco años hemos bajado dos veces; ojalá pudiera ayudar a reconducir y ser un club como era antes. Estaría encantado en poder ayudar en el futuro a uno de los clubes de mi ciudad”.