Desde que aterrizó en el Espanyol en el pasado mercado de invierno, Roberto Fernández ha conquistado a la afición blanquiazul, que siempre ha gustado de este tipo de delanteros, y se ha convertido en un fijo para el técnico Manolo González. Con hambre de gol y un descaro y confianza a prueba de bombas, el delantero cedido por el Braga tiene claro que los pericos lograrán la permanencia y no esconde su ilusión por seguir vistiendo la blanquiazul. En una entrevista con Mundo Deportivo, deja titulares potentes y un mensaje claro: “Por supuesto que seguiremos en Primera”.
La polémica en Mallorca: “Nos volaron puntos”
El duelo ante el Mallorca dejó un regusto amargo por la repetición del penalti y la reducción del descuento. Roberto lo recuerda con resignación: “Cuando pitan el penalti, primero me queda la duda de si ha sido o no. Se pitó y lo para Joan. Lo celebramos, animándonos porque quedaba poco. Y al cabo de tres minutos, no sabemos lo que pasa. Ni el cuarto árbitro sabía qué pasaba. Solo lo sabían el del VAR y el principal. No nos lo podíamos creer… Repiten el penalti y ya no podía parar otro Joan. Al final te quedas con la cara partida y nos vuelan puntos”.
“Me convencieron Manolo y Garagarza”
Roberto llegó al Espanyol en el mercado de invierno, adelantándose a otros equipos como Leganés y Getafe. Su decisión fue clara: “Me decantó, sobre todo, la confianza de Garagarza y de Manolo. Insistieron mucho. También es verdad que yo ya había vivido en Barcelona y ya la conozco. Es un club histórico y hay una cosa muy importante, su afición. Llenan el estadio y cómo animan en el campo, eso me ayudó a decidir”.
Esa conexión con la grada fue instantánea. “Yo necesito este tipo de aficiones ‘calientes’. Yo lo viví eso en el Málaga y para mí supone una motivación para darlo todo en el campo”. Y vaya si lo dio. Nada más debutar, gol al Valladolid y el RCDE Stadium coreando su nombre: “Fue una sensación inexplicable. Es el debut soñado por cualquier niño. Llegar, marcar y que coreen tu nombre. Y el equipo venía de varios partidos sin ganar. Es un recuerdo que se me queda para toda la vida”.
“Me gustaría quedarme en el Espanyol”
Su cesión expira en junio y su futuro es incierto, pero Roberto lo tiene claro: “Sí, cómo no, claro que me gustaría quedarme en el Espanyol. Pero lo cierto es que no depende de mí. Se tendrán que pelear con el Braga“.
Y antes de que llegue ese momento, hay un partido marcado en rojo: el derbi contra el Barça el 14 de mayo. Un duelo especial para él, que tuvo un paso fugaz por el filial azulgrana: “Todo pasa por algo en la vida (bromea). Igual he venido aquí para liarla en el derbi. En serio, tengo ganas de vivir un partido así. Siempre lo he visto desde fuera y desde muy pequeño lo he seguido”.
“Con esta afición, cumpliremos el objetivo”
Roberto no es de los que se arrugan cuando toca remar. “Soy un jugador muy comprometido y si en algunos partidos toca apretar, presionar y defender, no pasa nada. En la siguiente jugada o partido, ya me llegará el premio”. Y si algo le da confianza es el ambiente en el vestuario y en la grada: “No cualquier club tiene una afición así, que casi llena el campo todas las jornadas y eso que estamos peleando por no bajar. Con una afición así, cumpliremos el objetivo”.
Cuando se le pregunta si el Espanyol se salvará, la respuesta del ariete andaluz es rotunda y no deja lugar a dudas: “Por supuesto, lo tengo claro. Vamos a hacer todo lo posible para que se logre pronto el objetivo”.
“Manolo es un técnico de pura sangre”
Si hay alguien que ha influido en su decisión de fichar por el Espanyol, ese es Manolo González. “Él fue el único entrenador que me llamó de los clubes que me querían. Y me transmitió toda su confianza. Y cuando llegué aquí, igual. Viene de abajo y eso a mí me gusta. Con ganas de querer crecer y darlo todo siempre. Es un técnico de pura sangre”.
Con ese carácter y la confianza intacta, Roberto Fernández quiere seguir dejando huella en el Espanyol. Y si es liándola en el derbi, mejor.