Raúl Tamudo es sin duda una de las figuras más icónicas de la historia del Espanyol. Sus goles, su carisma y sus celebraciones quedaron grabadas en la memoria de los pericos. Pero, lejos de los focos y de su etapa como jugador y trabajador del club, el eterno ídolo blanquiazul lleva una vida alejada del fútbol profesional. Según un reportaje de Alberto Martínez en Relevo, Tamudo se ha convertido en todo un experto en el mundo de las criptomonedas, sigue viendo de cerca al Espanyol y, sobre todo, disfruta de su familia.
Adiós a los focos y un final amargo en el Espanyol
Desde su retirada como futbolista, Tamudo siempre intentó mantenerse vinculado al Espanyol de una manera u otra. Primero lo hizo como asistente a pie de campo con Quique Sánchez Flores y Rubi, luego trabajó en la dirección deportiva junto a Òscar Perarnau y Rufete y, finalmente, desempeñó tareas de embajador del club. Sin embargo, tras el segundo descenso en tres años, la dirección decidió prescindir de él. “Me dijeron que no había sitio para mí después de haber descendido, así que me fui a mi casa”, confesó en una entrevista en Catalunya Ràdio en noviembre de 2023, su última aparición en los medios.
La salida de Tamudo coincidió con la llegada de Fran Garagarza como nuevo director deportivo, lo que hizo que muchos relacionaran su despido con el nuevo rumbo de la entidad. No obstante, para el ex delantero, la última palabra siempre la tiene el propietario, Chen Yansheng. “Si creen que es la persona idónea para liderar el proyecto, ellos sabrán. No sé cuánto poder tiene, pero es evidente que no se hace nada en la entidad sin el visto bueno de la propiedad”, declaró.
Un fan del Espanyol… en la sombra
Pese a su distanciamiento del club en lo institucional, Tamudo sigue siendo un perico de corazón. No se pierde ni un solo partido del Espanyol y, según revela Relevo, asiste con frecuencia al RCDE Stadium en uno de los palcos privados, evitando la zona presidencial. Como siempre, discreto y en un segundo plano.
Pero su vínculo con el fútbol no termina ahí. Su hijo Eric, con el dorsal ‘9’ en la espalda, juega en la categoría infantil de Preferente con el Europa, uno de los clubes históricos del fútbol catalán. Esta temporada lleva nueve goles y su padre sigue cada paso de su evolución con la misma pasión con la que antes celebraba sus propios tantos.
Entre el boxeo, el golf y el bitcoin
Alejado del fútbol profesional que durante años fue su vida y su pasión, Tamudo ha encontrado nuevas aficiones con las que llenar ese vacío. Desde hace años, es un apasionado del boxeo, una disciplina que le ayuda a mantenerse en un impresionante estado de forma a sus 46 años. También se ha aficionado al golf, deporte en el que coinciden muchos ex jugadores, como Aleix Vidal. Además, en ocasiones juega a pádel con antiguos compañeros del Espanyol o con amigos del mundo del deporte.
Sin embargo, si hay un campo en el que realmente ha encontrado su nueva vocación, y ese es el de las criptomonedas. Tal y como explica Relevo, Tamudo se ha convertido en todo un experto en el mundo del bitcoin. Se mantiene constantemente informado, sigue las tendencias del mercado y, según los que lo conocen, es un verdadero “hacha” en este campo. Además, también ha realizado inversiones en el sector de la construcción.
Un final de historia con luces y sombras
A pesar de su legado y de los que suponía su figura, la relación del Tamudo futbolista con el Espanyol no terminó para nada de la mejor manera. En su etapa final como jugador, Mauricio Pochettino, que curiosamente había sido uno de sus mejores amigos cuando ambos estaban en activo, lo apartó del equipo y le quitó la capitanía, el mítico brazalete. La directiva de entonces lo justificó que el de Santa Coloma había querido bajarse del barco en 2009, cuando el equipo estaba en descenso, algo que él desmintió de una manera rotunda en una emotiva rueda de prensa.
Tras protagonizar una segunda salida del Espanyol que tampoco fue amable, ahora Tamudo sigue su camino, alejado del fútbol profesional pero siempre con un ojo puesto en ese Espanyol al que llevó a conseguir sus últimos éxitos. En 2023, en su última entrevista, lanzó un dardo que resuena más que nunca: “Ya nadie le respeta”. Quizás por eso, prefiere seguir los partidos desde la sombra, alejado del palco presidencial, pero con el corazón siempre teñido de blanquiazul.
