El Espanyol gana un central más para esta recta final de temporada. Pablo Ramón ha dejado atrás su larguísima lesión y ya está listo para cuando Manolo González lo considere oportuno. Así lo confirmó el propio jugador en rueda de prensa, dejando claro que se encuentra “al mismo nivel” que sus compañeros y que solo espera su oportunidad. Con su regreso, el técnico perico pasa a disponer de cinco centrales en plantilla: Kumbulla, Cabrera, Calero, Sergi Gómez y ahora Pablo Ramón. Pero, con la situación actual del equipo, ¿qué rol ocupa cada uno?
Kumbulla y Cabrera, indiscutibles
Para entender el reparto de minutos en la zaga hay que partir de una premisa: Manolo González no es de los que cambia por cambiar. En defensa, su dupla de centrales es intocable. Kumbulla y Cabrera han formado un muro que el técnico no está dispuesto a tocar, salvo obligación por tarjetas o lesiones. Ambos han respondido con creces a la confianza del entrenador y el equipo lo ha notado: el Espanyol defiende mejor, encaja menos goles y se muestra mucho más seguro atrás.
Calero, el comodín
Justo por debajo de ellos aparece Calero, que se ha convertido en el primer recurso desde el banquillo. Cuando Manolo necesita reforzar la defensa en un tramo final de partido, tirar de una línea de tres centrales o simplemente hacer una sustitución en la zaga, el elegido es casi siempre él. Ha jugado tanto de central como de pivote por delante de la defensa, demostrando que su versatilidad es un plus para el equipo.
Sergi Gómez, el gran damnificado
El gran perjudicado de este reparto de roles es Sergi Gómez. El capitán ha quedado relegado al ostracismo y no disputa ni un solo minuto en Liga desde diciembre. De hecho, en 2025 es el único jugador de la plantilla (exceptuando Gragera y Pacheco, por motivos evidentes) que todavía no ha participado en un partido oficial. Y lo peor para él es que su situación no tiene pinta de mejorar. Con contrato hasta el 30 de junio y sin visos de renovación, su protagonismo en el equipo se diluye pese a que como insiste el técnico siempre que tiene la oportunidad, está siendo un baluarte en el vestidor apoyando al grupo, dando un ejemplo de profesionalidad.
Pablo Ramón, una apuesta de futuro
Y aquí es donde entra Pablo Ramón. El joven central balear ha superado su lesión y si las circunstancias son favorables podría disfrutar de minutos en lo que resta de temporada para que se vaya rodando. Aunque no parte como una opción inmediata, su evolución apunta a que será una pieza importante en el futuro del Espanyol. Con las situaciones contractuales de Kumbulla y Cabrera en el aire, el ex del Real Madrid es una apuesta a medio plazo y todo indica que su protagonismo irá en aumento.
En definitiva, el Espanyol tiene cinco centrales para afrontar el tramo decisivo del curso, pero la jerarquía está bastante clara. Kumbulla y Cabrera son dueños de la zaga, Calero es el primer relevo, Pablo Ramón el proyecto de futuro y Sergi Gómez, salvo sorpresa, vivirá sus últimos meses como perico viendo los partidos desde el banquillo.
