En un momento en que tras una gran eclosión mediática se avecinan cambios para el fútbol femenino, con la Liga F buscando dar un salto cualitativo con iniciativas como la implantación del VAR, Dolors Ribalta, directora del Espanyol Femenino, ha hecho un repaso de la situación del equipo perico y del futfem en general en una extensa y también interesante entrevista concedida a Palco23, portal especializado en finanzas relacionadas con el mundo del deporte.
Ribalta, que está al frente del RCDE Femenino desde junio de 2022, es una voz ciertamente autorizada en el club perico. Su relación con la entidad blanquiazul se remonta a 1995, cuando debutó como jugadora. Desde entonces, ha vivido de primera mano la evolución del futfem en nuestro país. “La apuesta por el fútbol femenino, en especial en la base, es fundamental, ya que son las semillas para el mañana”, afirma en esta entrevista, antes de avisar: “Aunque el fútbol femenino está en su mejor momento, no significa que sea el ideal, por lo que todavía nos queda mucho camino por recorrer”.
Un crecimiento imparable, pero con retos pendientes
En la temporada 2023-24, el fútbol femenino en España alcanzó las 107.853 licencias federativas. Una cifra que, según Ribalta, “marca un crecimiento exponencial espectacular” y refleja no solo el aumento de jugadoras, sino también la mejora en visibilidad, profesionalización y respaldo institucional.
Sobre las medidas adoptadas por LaLiga y la RFEF para profesionalizar la competición, Ribalta considera que “crear una liga profesional es un paso fundamental”. No obstante, advierte que “siguen existiendo problemas estructurales, como la falta de estabilidad económica en algunos clubes, la necesidad de mayores inversiones en infraestructuras y garantizar contratos dignos para todas las jugadoras”. El gran desafío es en este sentido para la directiva perica que la profesionalización sea sostenible a largo plazo.
El Espanyol, un club pionero en el fútbol femenino
El Espanyol Femenino fue fundado en 1970, en una época en la que el deporte femenino era casi testimonial en España. “En ese momento hubo una ruptura con la estructura social de la época y las mujeres empezaron a hacer deporte. El RCD Espanyol apostó por el fútbol femenino como declaración de principios”, explica Ribalta. Sin embargo, reconoce que la apuesta real del club no llegó hasta 2001, con la apertura de la ciudad deportiva, la mejora de los servicios médicos y la entrada de patrocinadores.
A partir de 2013, la crisis económica golpeó fuertemente al club y el proyecto femenino padeció directamente las consecuencias sufriendo un evidente retroceso. “Eso nos hizo volver a la carrera con un paso atrás, por lo que nos hemos debido enfrentar a un proceso de elevada dificultad. Ahora, el gran reto es conseguir la estabilidad en la Liga F“, explica la directiva perica.
Competitividad y sostenibilidad: las grandes asignaturas pendientes
Uno de los debates recurrentes en el fútbol femenino es la falta de competitividad de la Liga F, que a nivel nacional y si se habla de la lucha por el título ciertamente no existe dado que hay un club que juega con ventaja, el FC Barcelona, con un presupuesto y unos medios infinitamente superiores al resto de competidoras. Para Ribalta, “el paralelismo con la liga masculina es similar: hay equipos más fuertes que luchan por las primeras posiciones y una guerra por la permanencia. En una competición en la que siempre ganan los mismos, se pierde interés”. Considera en este sentido que una distribución más equitativa de los recursos, el respeto a las canteras y la atracción y retención de talento podrían mejorar la competitividad de la Liga F.
En cuanto a la sostenibilidad económica, la directiva del Espanyol cree que el fútbol femenino podría beneficiarse de una inyección económica similar al Plan Impulso de LaLiga y CVC: “Evidentemente, una mayor inversión mejoraría infraestructuras, atraería talento y fomentaría la calidad del producto. También tendría un impacto directo en la audiencia y en la capacidad de generar más seguimiento”.
Fórmulas para generar más negocio
Sobre cómo hacer que el fútbol femenino sea más atractivo comercialmente, Ribalta apuesta por mejorar la experiencia en los estadios, potenciar los derechos televisivos y desarrollar estrategias de marketing innovadoras: “Las alianzas estratégicas con marcas que compartan los valores del fútbol femenino y que vean una inversión a largo plazo serán clave”.
En este sentido, destaca el modelo de la National Women’s Soccer League (NWSL) de EE.UU. y, en concreto, el del Washington Spirit, club con el que el Espanyol mantiene vínculos a través de Adrián González, ex técnico del primer equipo y actualmente asistente técnico del equipo estadounidense: “Ellos tienen un staff de treinta personas y convierten los partidos en un auténtico show. Aún estamos un pasito por detrás, pero podemos aprender mucho de ellos”.
Un club, una sola identidad
Lejos de ver al equipo femenino como un ente separado dentro del Espanyol, Ribalta subraya que “el club es un todo”. Explica que comparten infraestructuras, potencian la imagen de la presencia femenina dentro del club y trabajan conjuntamente en estrategias de marketing.
Los patrocinadores también están jugando un papel clave en el crecimiento del fútbol femenino; a nivel blanquiazul, empresas como Ilumax, Skoda o Kelme han apostado por el Espanyol Femenino: “Los patrocinadores buscan valores de igualdad, diversidad e inclusión. El fútbol femenino está en expansión y ofrece un escaparate muy atractivo”.
Un fútbol más cercano
Para Ribalta, una de las diferencias fundamentales entre el fútbol masculino y el femenino está en la relación con la afición, y aquí su negociado aporta un plus, a su parecer: “El masculino es un producto muy conocido, pero algo que diferencia al femenino es su afición, que es mucho más cercana. Es algo que quizá se haya perdido en el masculino y que hace que haya esas ligeras diferencias entre la apuesta de los patrocinadores”.
El fútbol femenino ha recorrido un largo camino, pero, como bien dice Ribalta, “todavía nos queda mucho por hacer”. El reto ahora es consolidar su crecimiento, hacerlo sostenible y garantizar que cada vez más niñas tengan la oportunidad de soñar con ser futbolistas profesionales.
