Este sábado, el Espanyol logró un empate ante el Atlético de Madrid que, aunque no deja de ser un buen resultado, confirma una vez más que el equipo sigue en su línea: no genera demasiado en ataque, pero se mantiene vivo y competitivo. Un punto que en los últimos tiempos, dada la calidad del rival y vistos los resultados del día puede saber a gloria, sobre todo por lo ajustado de la lucha por la permanencia.
Polémica arbitral y reacción del Espanyol: Manolo González evita excusas ante el Atlético
La primera mitad dejó una sensación extraña, especialmente con la jugada polémica en la que el Atlético se adelantó. Sin embargo, Manolo González no se dejó llevar por la frustración. En lugar de alimentar la indignación por las decisiones arbitrales prefirió aislarse de ese ruido externo. Como dijo ante las cámaras televisivas al acabar el encuentro, el equipo debe seguir adelante, sin dejarse afectar por los posibles errores ajenos, y eso se nota en la actitud de los jugadores. “Lo que les he dicho es que al final la gente tiene buena voluntad, no es mala, pueden tener errores, nos hemos de aislar”, explicó el técnico gallego.

Carácter y resistencia
En la segunda parte, aunque el equipo no mejoró de forma espectacular, mostró un carácter que empezó a marcar la diferencia. Es cierto que no se bombardeó el área rival, pero hubo una reacción, y sobre todo, el equipo no se vino abajo, lo que es una constante en la temporada. Un empate ante el Atlético, pese a no haber generado apenas ocasiones, sigue siendo un buen botín cuando se pelea por la permanencia. Sin embargo, hay que ser realistas: el Espanyol necesita sumar de tres, especialmente cuando vienen partidos complicados fuera de casa, como los que le esperan contra el Rayo y el Celta. Esos serán duelos clave donde, para seguir soñando con la permanencia, el equipo debe dar un paso adelante.

¿Por qué el Espanyol necesita recibir un golpe para reaccionar? La incógnita de Manolo González
Una de las preguntas que queda en el aire es por qué el Espanyol esperó a ir por detrás en el marcador para reaccionar. La sensación de estar cómodo con el empate inicial no ayuda a entender por qué el equipo necesitó encajar un golpe para despertar. Es una duda que persiste, aunque la actitud en la segunda mitad fue lo suficientemente sólida como para que no se desmoronara el resultado.
El plan de Manolo González: ajustes clave para que el Espanyol sume ante el Atlético
A nivel táctico, Manolo González acertó al sustituir a un Alex Král que no estaba aportando mucho, y darle entrada a un Edu Expósito que fue clave para darle al equipo mayor claridad. Junto a él, jugadores como Carlos Romero, Cabrera, Urko y Jofre Carreras (el único que parecía querer acercarse al área rival) fueron fundamentales. Jofre, con su desborde, y Puado, con esa calma de veterano en el penalti, dejaron claro que el equipo tiene jugadores con personalidad. Puado no se inmutó ni cuando el árbitro le pidió mover el balón antes de ejecutar el penalti, algo que podría haberle puesto nervioso, pero que él manejó con una serenidad pasmosa ante un muro como Oblak. ¡Cuánto perderá el RCDE si Garagarza no es capaz de convencer al delantero de seguir!

El Espanyol de Manolo González, un equipo que no se rinde y sigue creyendo en la permanencia
Aunque el Espanyol no dominó el juego, lo que sí dejó claro es que no se deshace ni se rinde. El equipo ha hecho de la solidaridad y del esfuerzo colectivo sus señas de identidad, y para sorpresa de muchos está alargando a medida que pasan los partidos este modelo de juego sin perder la compostura. Al final, se puede criticar la falta de ambición en el ataque o que el equipo no sea capaz de sostener una presión más constante, pero lo que es indiscutible es que Manolo González está sacando todo el jugo a lo que tiene. El plan no es bonito, pero está funcionando.

El Espanyol sigue peleando
En resumen, el Espanyol sigue ahí, vivo, luchando por la permanencia y demostrando que la clave está en no desmoronarse ni en los peores momentos. El equipo tiene algo que otros no tienen: no se rinde. Si logran mantener esa actitud en los partidos fuera de casa, la salvación estará cada vez más cerca. Como se dice en estos casos, mientras las cifras sigan dando, el plan de Manolo González está justificado. Y lo que es más importante: el equipo sigue demostrando que, por más que se critique la falta de ambición, en el fútbol hay algo más grande que solo atacar a toda costa. La solidaridad y el sacrificio, si se mantienen, podrían salvar a este Espanyol.
