En las oficinas del Espanyol no se duerme nadie. Mientras el equipo pelea cada jornada por sumar puntos vitales en su objetivo de mantenerse en la élite, Fran Garagarza sigue haciendo su trabajo en la sombra, con la mirada puesta en reforzar el equipo para el futuro. Y uno de los nombres que tiene subrayado en rojo es el de Álex Calatrava, el cerebro del Castellón y uno de los futbolistas más determinantes de toda la Segunda división.
Calatrava no es ningún desconocido para los que siguen de cerca el fútbol modesto. Nacido en Barcelona en junio del 2000, el centrocampista ha pasado por mil batallas antes de explotar definitivamente este curso en Castalia. Se formó en la UA Horta, pasó por el juvenil del Europa, por el CF Parets, la UE Sants, la Costa Brava, el filial del Atleti… y ahora, en el Castellón, ha encontrado su sitio y su mejor versión.
Y claro, eso no pasa desapercibido. Porque Calatrava, que puede jugar como media punta o caído a banda, lleva 4 goles y 8 asistencias en 21 partidos esta temporada. Es, sin exagerar, el jugador más importante en el sistema ofensivo del equipo albinegro. De hecho, cuando se lesionó a finales del año pasado y estuvo fuera durante ocho jornadas, el Castellón se vino abajo: solo sumaron un empate y una victoria en ese tramo, y encadenaron seis derrotas seguidas. Una racha negra que se cortó justo cuando Cala volvió al once. Blanco y en botella.
Es un futbolista que hace jugar al equipo albinegro y cuando él no está, se nota. Y es que no es solo lo que genera con el balón, sino cómo se mueve, cómo se asocia, cómo aparece y desaparece entre líneas para romper defensas. Tiene llegada al área, último pase y ese punto de calidad que marca la diferencia en una categoría tan igualada.
Lo ficharon en verano desde el Atlético B y, sinceramente, pasó totalmente desapercibido en el mercado. Pero su rendimiento ha sido justo lo contrario. En Castalia lo tienen claro: les ha cambiado la cara. Tanto, que no han perdido el tiempo y le han renovado hasta 2028. Un movimiento estratégico, sabiendo que hay clubes importantes que ya le están siguiendo muy de cerca. En diciembre se habló de un posible interés del Villarreal, y ahora es el Espanyol el que ha entrado en escena.
Calatrava puede encajar el en proyecto por varios motivos. Uno, su perfil: polivalente, con talento y con capacidad para marcar diferencias en el último tercio. Y otro, también importante, que es catalán. Porque el director deportivo blanquiazul Fran Garagarza quiere que el equipo recupere también esa identidad local, ese ADN que siempre ha tenido el Espanyol.
Su cláusula es de cinco millones, pero desde Castellón no se cierran a negociar si la oferta es seria. Por unos dos millones y alguna cesión interesante podrían hablar. Así que ahí hay margen para moverse, sobre todo si el Espanyol quiere adelantarse a otros equipos que también lo tienen en su radar.
Veremos si este interés acaba cristalizando en algo más, pero lo que está claro es que el club perico podría tener ante sí la oportunidad de sumar talento joven, con hambre y con raíces de aquí. Cala lo tiene todo. Ahora falta que cuaje.


