El RCDE Stadium, el campo del Espanyol, será finalmente la sede del partido internacional entre Andorra e Inglaterra, previsto para el próximo 7 de junio a las 18:00 horas. El encuentro debía celebrarse inicialmente en el recién estrenado Estadi Nacional d’Encamp, pero problemas técnicos con la iluminación han obligado a la Federación Andorrana de Fútbol (FAF) a buscar una alternativa fuera del Principado.
Así, el estadio del Espanyol, con capacidad para 40.000 espectadores y con una ubicación privilegiada cerca del aeropuerto de El Prat, ha sido la opción elegida para acoger un duelo que se prevé de máxima expectación, especialmente por la presencia de una selección como Inglaterra y el gran número de aficionados británicos que suelen acompañar a su equipo en los desplazamientos internacionales.
La elección del RCDE Stadium no fue la primera opción. La FAF exploró otras posibilidades, como Montilivi (Girona), El Alcoraz (Huesca) o incluso el Estadi Johan Cruyff del FC Barcelona, pero las coincidencias de calendario con tareas de mantenimiento y cambios de césped dejaron fuera de juego a todos esos recintos. Fue entonces cuando apareció el estadio del Espanyol como única solución viable que cumplía con los requisitos exigidos por la UEFA.
Desde la perspectiva del club blanquiazul, la operación representa también un beneficio económico. La FAF pagará 100.000 euros más IVA por el alquiler del estadio y, además, el Espanyol se llevará un porcentaje de la recaudación por taquilla. Una fuente de ingresos que, aunque puntual, puede resultar útil en un contexto financiero donde cada ingreso cuenta.
Más allá del beneficio económico, el RCDE Stadium vuelve a posicionarse como un escenario de referencia para eventos internacionales, como ya ha demostrado en el pasado. En esta ocasión, el protagonismo lo tomarán Andorra y una Inglaterra que ya había solicitado un cupo inicial de 6.000 entradas para sus aficionados cuando se pensaba en Encamp como escenario, lo que anticipa una importante afluencia de público visitante ya que jugándose el encuentro en Barcelona, sin duda las peticiones superaran esa previsión.
La FAF, por su parte, ha asumido con resignación este cambio de planes. “No podíamos arriesgarnos a quedar en ridículo ante el mundo”, ha declarado su presidente, Félix Álvarez, al medio andorrano Altaveu. El dirigente reconoció que la imposibilidad de estrenar el nuevo estadio con un partido de este calibre supone “una derrota moral” para el país, aunque confía en que el RCDE Stadium garantice todas las condiciones necesarias para que el encuentro se desarrolle con normalidad y buen ambiente.
Está previsto que el Estadi Nacional d’Encamp se utilice por primera vez a finales de mayo en un amistoso de la selección femenina, mientras que el combinado masculino podría regresar al Principado en octubre, en el partido frente a Serbia.
Y mientras se ultiman los detalles logísticos del evento, hay un actor habitual en los días de partido del Espanyol que esta vez va a tener una prueba de fuego: la Asociación de Vecinos de la Riera. Siempre tan vigilantes del bullicio, los cánticos o el volumen de decibelios cada vez que el conjunto perico juega en casa, ahora les toca prepararse para la llegada de varios miles de aficionados ingleses con una bien merecida fama internacional por su entusiasmo y su capacidad para convertir cualquier desplazamiento en una rave improvisada. Quizá esta vez los vecinos echen de menos a los pericos, tan ruidosos según ellos, pero tan inofensivos al lado de lo que se avecina. Veremos si hay comunicado o pronunciamiento público esta vez.
Con este acuerdo, el Espanyol suma un nuevo uso a su estadio en una fecha sin compromisos oficiales, y refuerza el valor estratégico de unas instalaciones que vuelven a estar en el mapa internacional de la UEFA. A la espera de que el nuevo estadio andorrano esté operativo, Cornellà-El Prat se consolida como un refugio fiable para el fútbol de selecciones.
