La Opinión del día de Carlos Ferrer en La Grada Ràdio de este miércoles tuvo de todo: autocrítica, reflexión, datos de los que nos molan y, por encima de todo, un mensaje de esperanza. Ferrer, que últimamente venía sacando el lanzallamas en sus intervenciones, quiso esta vez bajar el tono, hacer las paces con el colectivo arbitral y, de paso, lanzar un par de recados con cariño, pero sin pelos en la lengua.
“Primero de todo, me gustaría pedir perdón. Hace dos semanas, en esta sección, unas horas antes del partido contra el Rayo Vallecano, sugerí a Francesc Via que volviese de la capital porque me imaginaba lo peor con Hernández Hernández. Luego pasó lo que pasó…”
Eso soltó nada más empezar, dejando claro que venía en modo mea culpa. Y es que Ferrer, como muchos pericos, parece haber hecho las paces con la realidad.
En su reflexión, incluso se atrevió a meter el bisturí en ese sentimiento de persecución que tantas veces nos sale cuando las cosas no van como deberían:
“He estado reflexionando, he estado hablando con gente, y creo que a veces nos pasamos del complejo que tenemos con los árbitros”
Que sí, que nos han dado palos —y no pocos—, pero también es verdad que a veces se nos va la olla pensando que todo el mundo nos tiene manía.
Y no le falta razón. Lo ilustra con un dato curioso que soltó así como quien no quiere la cosa.
“Hace unos años salió una estadística del INE donde decía que el Espanyol era de los equipos más simpáticos en este país”
Así que eso de que un árbitro de Madrid nos odie y vaya a por nosotros es, en sus palabras:
“Rizar el rizo”
Eso sí, tampoco tiró de buenismo. Ferrer dejó claro que el club hizo lo correcto yendo al Comité Técnico de Árbitros:
“El Espanyol hizo muy bien en ir al CTA, que no reciben a cualquiera”.
Vamos, que se plantó cuando tocaba, pero sin montar el numerito. Sobre Del Cerro Grande, fue directo pero elegante:
“A lo mejor lo que está pasando con este señor es un accidente, pero me quedaría contento con que no nos arbitre más, y ya está”
Y por si alguien pensaba que ya había terminado, remató con otra disculpa:
“Vuelvo a pedir perdón porque mis dos últimas opiniones del día fueron un poco bestias”
Ferrer bajó un poco el volumen, pero mantuvo la claridad. Eso se agradece.
Pero más allá de los árbitros, lo mejor llegó cuando empezó a sacar números. Porque, ojo, los datos del Espanyol en esta segunda vuelta son para enmarcar. Con la emoción contenida pero con ese tono de quien sabe que algo bueno se está cocinando, lanzaba estas cifras:
“Acabamos la primera vuelta siendo el tercer equipo más goleado, 31 goles. En esta segunda, somos el tercer equipo menos goleado: 7 el Barça, 8 el Athletic Club, 9 el Espanyol”
Y continuó, porque no se quedó ahí:
“Acabamos la primera vuelta con una diferencia de goles de -14, y ahora estamos a -7, hemos enjuagado a la mitad. Acabamos la primera vuelta con 16 puntos, y ahora llevamos 19 en pocos partidos”
Palabras mayores. Si lo miras fríamente, el cambio es brutal. El equipo no solo ha mejorado atrás, sino que ha sacado puntos, ha ganado solidez y, lo más importante, ha recuperado el alma.
De hecho, Ferrer se permitió soñar un poco:
“Si hubiésemos ganado en Villarreal, que ya todo es posible, seríamos el quinto equipo en esta segunda vuelta por detrás del Barça -32-, el Valencia -24-, y Betis y Real Madrid -23-”
Y añade otro dato de los que motivan:
“Con un partido Atlético menos, llevamos los mismos puntos que el Atlético -19-, que en la primera vuelta acabó como líder”
Casi nada.
La conclusión, como no podía ser de otra forma, fue un mensaje de esos que te levantan el ánimo aunque hayas tenido un día regulero:
“Con estos números, y teniendo en cuenta que tenemos que seguir luchando, hemos de ser optimistas y sobre todo, ir partido a partido; y mañana, si ganamos, que creo que lo haremos, lo tendremos todo más cerca”
Así que nada, toca confiar. Si hasta Ferrer se ha reconciliado con los árbitros y se ha puesto en modo zen, es que algo está cambiando. El Espanyol ha vuelto. Y esta vez, parece que para quedarse.