Y hasta aquí, el segundo ciclo de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid. El intento fallido de remontada y la consecuente eliminación han terminado de cerrar una etapa del italiano que venía tambaleándose en los últimos meses, pero que, sin embargo, los resultados han mantenido con vida durante este tiempo. Ante el Arsenal, el equipo volvió a mostrar a los ojos de toda Europa el poco orden táctico que ha tenido este equipo durante toda la temporada. En frente, un Arsenal muy bien estructurado que no se tambaleó en ningún momento durante los 180 minutos. Ancelotti, el gran señalado. En el otro lado, Mikel Arteta, el gran héroe.
Ancelotti y un desastre anunciado
El Real Madrid se agarró a la épica del Bernabéu, al “Manicomio” y a todas esas noches grandes que se han vivido en el feudo blanco durante tantos y tantos años. Sin embargo y a pesar de que era un ejercicio más de fe, la lógica decía que este año no iba a ser. No porque este equipo no pudiese hacerlo, si no porque los últimos meses no invitaban a ser optimistas con un equipo que había dejado muchos más grises que claros. Todo esto, siempre enfocado hacia la figura de una persona: Carlo Ancelotti.
El italiano, agarrado siempre a su deseo de seguir “hasta que le echen”, ha sido el gran señalado de una parroquia blanca que lleva meses discutiendo las sorprendentes decisiones que toma con algunos jugadores. En su momento, el tema de Asencio, la ubicación de Valverde y ahora, como último invento, la vuelta de Alaba al lateral izquierdo para esta caótica eliminatoria ante el Arsenal. Además, siempre sumado todo al poco orden y a la falta de juego que ha carecido el equipo durante toda la temporada. No solo ante equipos grandes, algo lógico en algún tramo de la temporada, si no, el sufrimiento que ha tenido este equipo prácticamente en un gran número de encuentros esta temporada. En líneas generales, un desastre que se veía venir.
De cara al futuro, este parece que ha sido el último partido de Carlo Ancelotti con el Real Madrid en la Copa de Europa. De hecho, tras la debacle, el discurso del italiano cambió. Del “Tengo un año más de contrato”, algo que siempre ha acompañado al deseo de que nunca decidirá marcharse por su propio pie, al “No lo sé y no quiero ni saberlo“, contestó el italiano. Confirmando que ni él mismo las tiene todas con él para seguir el próximo año.
Dos últimas balas
Aún así, esto no ha terminado para el Real Madrid. A 9 días de una nueva final, sólo un milagro podría salvar a Carlo Ancelotti. A 4 puntos del Barcelona en Liga, la única buena noticia es que podrá centrarse al 100% en LaLiga, teniendo solamente un partido más en esa final de La Cartuja del próximo 26 de abril. El italiano se agarra a una remontada en el campeonato doméstico y a una final copera que en caso de salir vencedor, y más ante el eterno rival, podría hacer dudar a una dirección deportiva que tras lo ocurrido anoche podría tener más que tomada la decisión de cara al próximo curso. En cualquier caso, Ancelotti tendrá 9 partidos por delante para intentar revertir una situación que parece francamente difícil de sostener.
